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Del 16 al 19 de noviembre, el Instituto de Estudios Peruanos presenta el seminario ‘‘Las promesas de la república peruana’’, un evento que reúne a un conjunto de investigadores y profesionales de las ciencias sociales para reflexionar sobre la trayectoria de la construcción de la nación. Procura una mirada de largo plazo sobre temas cruciales: desarrollo económico, Estado, ciudadanía, educación y nación, con el propósito de contribuir al debate sobre nuestra experiencia republicana y proporcionar algunos elementos para un balance.
El Perú cumple doscientos años de experiencia republicana. Nació como una promesa de nación: prosperidad general para los pueblos, derechos ciudadanos y educación universal. En el siglo XIX se realizaron diversos esfuerzos liberales para reformar el país, aunque las pugnas entre los caudillos militares y la resistencia de los terratenientes a desprenderse del trabajo gratuito de los indígenas dificultaron cualquier proceso de modernización política y económica profundas. A fines del siglo XIX e inicios del XX, conforme el liberalismo político abandonó su perfil reformista y confluyó con los conservadores en la creación de ese período conocido como la República Aristocrática, el problema de la construcción de la nación pasó a formularse bajo otras corrientes de pensamiento.
El indigenismo, el socialismo y el aprismo plantearon un conjunto de reformas socioeconómicas y un discurso cultural de reivindicación de lo indígena que sentaron las bases de una nueva formulación en la construcción de la nación. A mediados del siglo XX, como consecuencia de la movilización política de los partidos de masas, emergió un “consenso modernizador reformista” que colocó en el centro de la agenda política a la redistribución de la tierra y el control de los recursos naturales para afianzar la integración de los sectores indígenas y populares a la nación. Lo anterior, sumado a las grandes movilizaciones campesinas y las migraciones rurales, empujaron a las reformas militares que transformaron radicalmente a la sociedad oligárquica. El “retorno” a la democracia en 1980 ocurrió entonces sobre nuevas bases socioeconómicas, con sectores populares, rurales y urbanos organizados y movilizados, aunque en un contexto de recesión económica y violencia política, proceso que desembocó en las reformas neoliberales, con las cuales se abrió un nuevo ciclo histórico en el Perú.