A partir de las experiencias de dos distritos de La Libertad y Ayacucho, donde se ha desarrollado programas de educación financiera en el marco del Proyecto Capital, el estudio analiza las representaciones sociales que generan las propias usuarias del Programa JUNTOS en torno a la condición de “ser pobres” que les es externamente adscrita desde el Estado. A la vez, se busca establecer cómo tales representaciones influyen en sus actitudes hacia el ahorro bancario tras haber culminado los procesos de capacitación. Consideramos que la pobreza, a pesar de ser una categoría que les es impuesta, es apropiada en tanto les facilita el vínculo con el Estado a través de un programa social que contribuye con sus ingresos monetarios. Estas nociones, a la vez, podrían actuar como barreras poco vistas para el aprendizaje y el cambio conductual en torno al ahorro bancario dentro de la implementación de los programas de educación financiera.