Pretende explicar cómo la estructuración de relaciones laborales combinadas con las aspiraciones, valores y características de los jóvenes que se integran como colaboradores en los supermercados, puede afirmar y consolidar condiciones y estilos de vida desiguales y diferentes entre ellos, y al mismo tiempo crear sentidos de inclusión simbólica que no se condicen con una posición menos desigual en términos de salarios y beneficios.