Política y religión el Perú. Elementos para comprender las bases de una conexión indeleble

El movimiento conservador ha logrado un mayor protagonismo político en América Latina en la última década. Este sector ha tenido la oportunidad de ganar influencia en el Estado, los medios de comunicación y la sociedad civil, tanto a escala nacional como subnacional. Lo que antes se perfilaba tan solo como una participación en movilizaciones y medios comunicacionales, hoy se encarna en una representación política con poder de incidencia en la elaboración de leyes y políticas públicas; es decir, con posibilidades de impactar directamente sobre la ciudadanía. La agenda conservadora varía entre países, pero no deja de coincidir, con sus respectivos matices, en la promoción de un conservadurismo moral, la posición presuntamente antiestablishment, una defensa del modelo neoliberal (expresado en su batalla contra los “comunistas”) y la revisión crítica de una “historia y memoria oficial”. Como es sabido, Perú no es un caso excepcional dentro de esta tendencia. En los últimos diez años, el movimiento conservador, organizado al compás de una “agenda moral” contra el género, los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, y los derechos de la población LGBTQ, ha logrado articularse en torno a ciertos liderazgos y partidos políticos, entre los que destaca el caso de Renovación Popular.

La serie «Política y Religión en el Perú. Elementos para comprender las bases de una conexión indeleble» busca difundir información y evidencias sobre los procesos políticos que dan cuenta cómo el movimiento conservador en Perú (y América Latina) ha obtenido mayor capacidad de influencia política en el Estado. Asimismo, debatir en qué medida el poder político del movimiento conservador en el Perú ha tenido impactos sobre la contrarreforma de políticas públicas, los medios de comunicación y la precarización del sistema político.