El estudio evidencia: (i) las diferentes trayectorias de transformación de los territorios rurales durante el periodo 1990-2020 y (ii) la necesidad de tener en cuenta las diferentes configuraciones de poder en cada territorio para entender estas trayectorias de transformación diferentes. Para ello se estudiaron seis provincias seleccionadas a partir de dos criterios: fortaleza de los actores locales y existencia (o no) de proyectos externos de reconfiguración del territorio.