A partir de un análisis de lo que enseñan los maestros y cómo lo hacen, este estudio propone algunas interpretaciones acerca de las implicancias de las prácticas docentes en el aula para la forma en que se configuran las relaciones entre Estado y sociedad en el Perú. La investigación explora, desde las prácticas docentes en el aula, y desde la ubicación de los maestros como ciudadanos y funcionarios, la relación con un Estado contradictorio que, por un lado, propone un currículo nacional orientado a la formación de ciudadanos democráticos, deliberantes y críticos; pero, por otro, concentra sus recursos en un sistema de medición de aprendizajes que no deja mayor espacio para establecer relaciones críticas con el conocimiento. Frente a esa incompatibilidad, y debido a la precariedad de sus recursos, los maestros optan por privilegiar una apariencia de enseñanza y aprendizaje en el aula, que contribuye a formar ciudadanos cuya relación con el Estado está signada por la sobrevaloración de formalidades y rituales y por la ausencia de diálogo.