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[ANÁLISIS] Un 2020 sin aprobados ni desaprobados en los colegios

Natalia González, investigadora principal del IEP, fue consultada por el diario La República acerca de los desafíos para el desarrollo de una política de educación a distancia en medio de la pandemia por el nuevo coronavirus ► https://bit.ly/2zikDTR

Por: Carlos Páucar

El niño Anthony G. B. está usando entusiasmado la teleducación en su primer año de secundaria, lo ve muy fácil, pero su primo Manuel aún no la usa pues tiene vergüenza, lo ve complicado y cree que todos le están espiando dentro de casa, además de tener problemas de conectividad. En otra zona de Lima, un profesor le acaba de decir a sus colegas, vía zoom, que sus alumnos tienen mucho miedo: los docentes les hablan del coronavirus, los amigos también, igual sus padres y todo el día ven noticias de lo mismo; el educador critica el exceso de información y dice que se debe ser cuidadoso con lo que se enseña.

Como se ve, estamos en una intensa etapa de cambios. La República consultó a especialistas cómo se transforma la educación escolar considerando que el Covid-19 llegó para quedarse, que el mundo no será el mismo y la enseñanza tampoco. Algunos planteamientos son:

Este año será difícil hacer una evaluación anual a los alumnos, porque se han perdido valiosas semanas de estudios, que la teleducación no podrá subsanar. Por tanto este año no debe haber aprobados ni desaprobados. Más bien, la evaluación final de los escolares en este 2020 debe juntarse a la del 2021. Creen que el año que viene debe haber educación presencial junto a teleducación.

También plantean mayor capacitación digital de los profesores. Y en los lugares alejados y con poca conectividad además de Internet se debe usar la radio y la televisión tomando en cuenta programas como «Aprendo en casa» y otros que se hacen en el sector privado. Además, hay que evaluar en la educación el uso de los celulares móviles. Asimismo, en la etapa postcoronavirus, los padres deberán intervenir más en la educación de sus hijos, es una oportunidad para lograr una mayor interactividad de toda la comunidad educativa.

«Hay que organizar todo»

Uno de los expertos más reconocidos de la educación, el investigador Hugo Díaz, afirma que se debe pensar hasta en tres momentos para producir el cambio educativo.

El primero lo estamos viviendo hoy, con el inicio del proceso de organizar la educación a distancia. «Esto se va a hacer todo este año pues así lo decidió el gobierno, no habrá clases presenciales el 2020».

Un segundo momento será el fin de año donde se podrá analizar cuánto se ha avanzado. «Y también qué fortalezas y significaciones tiene el modelo, porque seguro en el año vamos a observar muchas cosas a corregir».

El tercer momento ocurrirá el 2021 «en el que debería haber educación presencial y educación a distancia, ambas, porque muy probablemente las clases no van a ser como ahora, de 30 o 35 alumnos, lo máximo será 15 alumnos por sección, entonces los estudiantes podrán ir dos o tres veces a la semana al colegio y los otros días en casa».

Para Díaz, director de Educación de la Fundación Santillana, este es un año muy atípico pues se ha perdido tiempo que no se va a recuperar. «En ningún país se ha visto que las clases a distancia recuperen el tiempo perdido y acá hemos perdido seis o siete semanas del año escolar, entonces necesariamente en las escuelas se deberá definir qué parte del contenido del currículum nacional se puede tocar ahora».

Opina que será muy difícil hacer una calificación al final del año, porque recién se ha iniciado la teleducación. ¿Cómo evaluar? «No es posible hacerlo. Este año no debería haber ni aprobados ni desaprobados, que sea la suma de los dos años que dicte la promoción».

Profesores y Ugeles

Para la investigadora principal del IEP, Natalia González, hay que poner por delante el esfuerzo ‘sin precedentes’ que está haciendo en el sistema educativo de atender la escuela pública.

«Hay una legión de maestros. En IEP hemos hallado profesores y profesoras en Huancavelica, Ayacucho, Piura, de Ugeles tanto de ámbitos urbanos como rurales, que están haciendo esfuerzos, incluso por teléfono o con avisos en radio de comunicarse con sus estudiantes para, en medio de la precariedad, acompañar a sus estudiantes en la iniciativa ‘Aprendo en casa’ en algunas de sus modalidades».

González enfatiza que estamos viviendo, sin haberlo previsto, la educación a distancia. «No es ni mejor ni peor que la presencial, tiene sus particularidades, no se había desarrollado en los últimos 20 años y se ha tenido que atender esta situación».

Al complementar radio, TV e Internet, con mayor conectividad, allí -estima- están las bases para el desarrollo de una política de educación a distancia, fundamental para el país y que «puede ser una forma de cerrar las brechas entre los diversos sectores».

Inmensas oportunidades

El director del Colegio Markham, Marco Bassino, estima que todos están aprendiendo a trabajar de forma muy diferente. «Esta situación de aprendizaje a distancia que nos hemos visto forzados a ofrecer, abre al mismo tiempo, retos muy grandes e inmensas oportunidades.

Me imagino que cuando podamos retornar a las aulas nos encontraremos con estudiantes mucho más autónomos y responsables de su aprendizaje; con docentes que echarán mano a recursos muchísimo más variados que los que vienen utilizando; y con padres, madres, hermanos y hermanas más enterados del desarrollo escolar de sus familiares.

Creo que, pese a las dificultades, nuestros estudiantes están aprendiendo habilidades diferentes a las que requiere la presencialidad, que les serán inmensamente útiles en el mundo laboral».

Para Díaz esta primera etapa ya muestra dificultades en las escuelas públicas. Crece la brecha digital, a la que ya se refirió el ministro de Educación, Martín Benavides. Un 80% de los estudiantes sigue sus aprendizajes a través de la televisión y radio; un 10% lo hace usando otras tecnologías; y un 10% no tiene medio como comunicarse, ni siquiera acceder a televisión y radio.

«Se debe explorar mecanismos que permitan un mayor contacto de estudiantes y profesores, por ejemplo el proyecto Aula Digital en Casa, de la fundación Telefónica, en que su principal canal de comunicación es el celular, mayormente de los padres, que se suman a las tareas de los alumnos». Y hay otras iniciativas y herramientas digitales en colegios privados y editoriales que se pueden aprovechar».

Hay que prepararse ya, plantea Díaz, para la tercera etapa. Alistarse para que el 2021 «tengamos más cantidad de material digital para el aprendizaje, más docentes competentes para lo digital y más proyectos para que el acceso a internet crezca».

Natalia González rescata, en el proceso actual, valiosos actores. «Es importante el rol de Canal 7 para llegar a los hogares con contenidos específicos para los estudiantes. Es, en este momento, el emblema más potente pues se ve en lugares donde otros no llegan». Propone que ya se conforme un equipo que organice la vuelta al sistema presencial, de las medidas sanitarias y el contenido pedagógico.

Lo básico: el contenido

Tras la pandemia debe verse lo que se enseña en la escuela. En la pandemia, opina la investigadora de IEP, nos hemos dado cuenta que no necesitamos solo leer, escribir y hacer problemas de matemáticas, es necesario desarrollar en los estudiantes las capacidades que están en el currículum, poniendo énfasis en la ciencia.

«La pandemia nos pide ir al nivel de entender, procesar y adoptar conductas sociales que tengan por detrás la reflexión científica». Y también propone impulsar las competencias de la ciudadanía. «La pandemia nos está mostrando la dificultad para actuar socialmente buscando el beneficio común, a pesar de nuestras diferencias religiosas, ideológicas, en el marco de la ley. Es un aprendizaje que el currículo nacional contempla».

Para Marco Bassino el desafío de los profesores está en cómo aprovechar las herramientas disponibles para lograr una enseñanza efectiva y cómo gestionar la relación con los alumnos a través de una pantalla, propone una comunicación abierta con ellos y conocer sus motivaciones. «Si hacer esto en forma presencial ya es difícil, hacerlo en línea es mucho más complicado. Pero se podrían abrir otros canales de comunicación que no usamos en tiempos normales», explica, esperanzado.

Aprendo en casa y muchos otros proyectos educativos

«Aprendo en casa» cumple la estrategia de educación a distancia del Minedu. Se inició en abril. El portal es visto por más de 6 millones de televidentes a la semana y se difunde por más de mil radios a nivel nacional. «También es consumido por estudiantes de colegios privados, la educación es un servicio público esencial», dijo el ministro Benavides. Tiene apoyo de UNICEF, Canal IPE, USMP TV, Khan Academy, IRTP, Radio Nacional, Microsoft, Google, BID, BM, Grupo Breca, etc. El Minedu cuenta con la plataforma PerúEduca Escuela.

Hay muchas otras iniciativas privadas. Fundación Telefónica tiene recursos como Educared, Oráculo Matemágico, Villaplanet; Fundación Santillana cuenta con herramientas digitales como Escuela en Casa y Compartir. UTEC ofrece Moodle, Kahoot, Classroom, EDpuzzle my TED-Ed; CONCYTEC ha reunido más de 50 valiosas plataformas educativas en el Observatorio STEM; AYNI Educativo Perú es un grupo de voluntarios peruanos que brinda educación gratuita y de calidad a escolares… Y hay muchas otras a tomar en cuenta.