Antonio Zapata: Izquierda desunida

zapataPublicado en: La República
Fecha Mier, 10/11/2010
Obtenido en: http://www.larepublica.pe/10-11-2010/izquierda-desunida

Días atrás, la segunda asamblea de militantes de las izquierdas acordó participar en la campaña electoral priorizando una alianza con el nacionalismo. Por otro lado, este fin de semana es el congreso de Fuerza Social, FS, que debe decidir su política de alianzas y no contempla entre sus opciones un entendimiento con Ollanta Humala. Es decir, en los hechos, tenemos que las fuerzas de izquierda se han colocado en dos posturas distintas para la campaña del 2011. Como suele suceder, esa división será fatal y augura escasos avances en la próxima contienda.

Abundan los análisis de la victoria de Susana Villarán en Lima, pero no se ha resaltado lo suficiente que careció de rival a su izquierda. Es decir, Villarán tuvo a su disposición una ancha franja del espectro, completa para ella sola, desde la centroizquierda hacia su zurda. Mientras que con dos opciones izquierdistas diferentes de cara al 2011, se ahuyenta el electorado con simpatía progresista, cuya característica es la volatilidad y el pragmatismo.

Por ello FS debería descartar la presentación de una plancha presidencial. No tiene candidato (a) medianamente atractivo y, en condiciones de división del campo popular, no avanzaría lo suficiente. Una campaña presidencial necesita numerosos aliados e ingentes recursos y dedicación que mejor se deben concentrar en empezar la gestión municipal en buen pie.

Por otro lado, ir con Alejandro Toledo significa diluirse en el centro y perder perfil. Lo ganado ante la opinión pública se evaporaría y FS aparecería asociada a una candidatura que tiene su propia y respetable posición, pero que no es de centroizquierda, sino al revés, de centroderecha. Por ello, Toledo debe mostrar en la cancha que puede pasar a segunda vuelta y en ese caso quizá tenga el voto izquierdista, porque probablemente será rival de Keiko Fujimori, pero adelantar ahora una alianza es precipitar las cosas.

En este sentido a FS no le queda otra opción que ir con lista parlamentaria propia y sin fórmula presidencial. Aunque es la única solución racional también conlleva elevado riesgo. En principio es preciso pasar la valla del 5% o de lo contrario se pierde la inscripción legal. Sin plancha presidencial, una lista parlamentaria tiene que remar bastante porque tiene la corriente en contra.

El único antecedente inmediato es Fernando Olivera el 2000, cuando entró al Congreso encabezando su propio partido. Pero Olivera lideraba la lista parlamentaria y ahora Susana no estará como candidata, sino que ella y un grupo considerable de sus mejores cuadros se deben a la alcaldía de Lima.

El caso es que, en cualquier escenario, FS la tiene difícil. Ante este panorama, les cabe extender una amplia política de alianzas y tratar de formar una lista congresal atractiva, tanto en Lima como en provincias, integrada por personalidades destacadas de todos los campos.

En principio, Ollanta Humala correrá para presidente sin mayor competencia en el espectro izquierdista, salvo la candidatura de Pizango que recién asoma. Lo acompañarán tanto el MNI como el PC y el PS, que, aunque puede haber dificultades de último minuto, han dado bastantes pruebas de interés mutuo.

El problema de Ollanta es la imagen que la ciudadanía se ha formado de su candidatura. Aparece como una personalidad jerárquica y vertical, con reducida capacidad de diálogo. Para desplazarse al centro e intentar subir en las encuestas, no es suficiente cambiar el discurso sobre EEUU. Antes que ello, lo adecuado sería actuar de manera más relajada y con disposición a lo horizontal.

El país no está esperando una figura dura o autoritaria que imponga orden, sino alguien amable que realice indispensables reformas del Estado y conduzca la nación con sentido social.