El caso de Omar Chehade es parte de un problema de corrupción que por ahora es el principal motivo de queja y escepticismo de la ciudadanía respecto al gobierno. El desafío que plantea este caso es cómo afrontar conductas en el borde de la ley desde el Estado. Otro de los retos del gobierno es cómo manejar los conflictos medioambientales y las inversiones mineras.
Estamos viendo el proyecto Conga que evidentemente será una prueba para un gobierno que logró cobrar un impuesto a las sobreganancias mineras y se comprometió a garantizar condiciones para la inversión en esta actividad. El reto es cómo se condice esto con las preocupaciones medioambientales de la población. Un tercer desafío tiene que ver con la crisis económica internacional, pues en algún momento el gobierno deberá tomar decisiones que no serán del agrado de todos. Un cuarto reto, y quizás el principal, tiene que ver con la coherencia y consistencia en la orientación del gobierno, lo que será fundamental para superar las dificultades. De lo contrario, tropezará con sus propios pies.
Fuente: La República