Un grupo de mujeres de San Juan de Lurigancho, Villa El Salvador y Jicamarca se conoce desde que participaron en un programa que buscaba motivarlas para capacitarse y mejorar sus negocios.
Un grupo de mujeres de San Juan de Lurigancho, Villa El Salvador y Jicamarca se conoce desde que participaron en un programa que buscaba motivarlas para capacitarse y mejorar sus negocios. Algunas de ellas, como Lupe, joyera, lograron ser además parte de un programa de mentoría en el que una experta la acompañó y entrenó para que mejorara la planificación, manejo y cuentas de su negocio. Lupe, como muchas otras empresarias, aprendió y mejoró. No se quedó ahí, logró un cupo en el curso del programa 10 mil mujeres (una iniciativa mundial para apoyar y capacitar mujeres empresarias) y asistió a un curso especialmente diseñado para mujeres como ella: líderes, valientes, con ganas de superarse.
Lupe reconoce que la motivación, la mentoría, las clases y la posibilidad de relacionarse con otras mujeres empresarias le dieron insumos para mejorar su negocio. Hoy tiene planes, tiene una marca, le va bien. Tiene grandes desafíos, necesita seguir mejorando, necesita servicios financieros que se adecúen a su negocio y a ella, necesita crecer más, necesita posicionar su marca en otros mercados. Está en eso. Y como ella muchas otras empresarias están en lo mismo.
Lupe y sus compañeras entendieron que si ellas lograron mejorar, hay muchas otras que también podrían hacerlo. Así que además de avanzar cada una en su negocio, decidieron compartir su experiencia. Lupe y las amigas del MEEM (Mujeres Empresarias Enseñando a Mujeres) enseñan lo que han aprendido: contabilidad, planificación, estrategias de mercado, servicio al cliente, conocimientos sobre el sistema financiero. Exigen una sola condición: cada mujer capacitada por el MEEM debe comprometerse a capacitar al menos a 4 más. Y así todas avanzan, se hacen amigas, generan una red que les ha permitido compartir lo que saben y aprender cosas juntas. Hoy quieren incluir un programa de alfabetización digital y en el futuro uno de educación financiera. Tienen grandes planes.
Lupe y sus colegas del MEEM quieren progresar, pero no solas, quieren que las mujeres que inician un negocio tengan éxito. Desgraciadamente, Lupe y el MEEM están bastante solas, quieren conocer empresas, ONG, entidades financieras o programas del estado que quieran trabajar con ellas para hacer más cosas, para avanzar más rápido y llegar a más mujeres. No tienen mucho capital social fuera de sus ámbitos de trabajo. Lupe y el MEEMmerecen la oportunidad de seguir haciendo lo que hacen. Ayudémoslas y así contribuiremos también al desarrollo, pero sobre todo a la inclusión. (están construyendo su web, pero puede ubicarlas por Facebook).
Fuente: Perú 21 (19/04/14)