La respuesta del Ministerio de Educación a las medidas de confinamiento fue rápida y apropiada si consideramos lo inesperado de lo situación. La decisión de “no parar” el año escolar se tradujo en la implementación de la estrategia “Aprendo en casa”, una iniciativa de educación no presencial que supuso una enorme cantidad de retos.
Los resultados de la encuesta del IEP expresan la magnitud de estos retos y los resultados “sobre la marcha” de la estrategia. Aun cuando la idea de la educación a distancia es percibida como necesaria, 72% de los encuestados considera que las condiciones de conectividad, equipamiento y preparación no son óptimas, ni en el hogar ni desde el colegio, situación que se agrava en las zonas rurales, es allí y en los NSE D y E que la valoración de Aprendo en Casa es regular.
Una segunda decisión fue atender la situación de la educación privada, de medio y bajo costo, afectada por el confinamiento y se optó por implementar mecanismos de recepción de estudiantes provenientes de las escuelas privadas. Los resultados de la encuesta confirman esta migración. La mitad de los hogares con estudiantes en colegio privado están pensando cambiar a colegios públicos debido a la crisis. Esta decisión aumenta significativamente en los NSE D y E: 8 de cada 10 hogares piensa migrar hacia la educación estatal.
Hace unos días, el ministro de educación afirmó que este año no debería considerarse como perdido, sino como un año escolar diferente. Esa debiera ser, para todos, la perspectiva correcta, a pesar de las dificultades y los retos que quedan pendientes de superar.