El nivel de aprobación del alcalde es semejante al mes pasado (46% en marzo vs 43% de abril). El resultado está dentro del margen de error y habrá que ver qué ocurre en mayo para tener más claridad sobre la situación. Lo que debería preocuparle al gobierno provincial es que la desaprobación sigue creciendo (de 30% en marzo a 36% en abril) aunque es cierto que casi una quinta parte no tiene una posición definida. Eso se puede ver como una oportunidad.
Si bien su nivel de aprobación más bajo sigue siendo en los segmentos de más bajos recursos materiales (niveles socioeconómicos D/E); este mes, el descenso ha sido mayor en los sectores medios (nivel C) muchos de ellos ubicados en Lima Norte y lo que en el IEP denominamos Centro 1 (Cercado, Breña, Rímac, entre otros). Se acaba de anunciar mejoras en el Metropolitano que deben beneficiar a quienes viven en estas zonas así que habrá que ver cómo esto se asimila.
Casi una mitad de la población considera que sí hay propuestas claras para la ciudad y un porcentaje semejante cree que no. ¿En qué asuntos se espera la intervención del municipio de Lima? Donde la demanda es más clara es en temas vinculados al transporte, (mantenimiento de vías, sistema de transporte público) y servicios de salud. En lo primero algo puede hacer, pero parte de su accionar estará mediado por la autoridad de transporte urbano. En lo que es salud, seguro juega un rol la herencia de los hospitales de la Solidaridad. El alcalde tendrá que ver como combina sus objetivos de gestión con la definición de un tipo de relación con la ciudadanía que le permita gestionar sus demandas.