[COLUMNA] «Crimen organizado y democracia (2)», por Martín Tanaka

Lee la columna «Crimen organizado y democracia (2)» escrita por Martín Tanaka, investigador principal del IEP, para el Diario El Comercio ►https://bit.ly/4dSFPNq

Continúo con algunas reflexiones sobre el desafío del crimen organizado para la democracia en nuestros países, y en el nuestro en particular.

Pero sabemos que el alcance y la capacidad del Estado nunca es total, ni en todo el territorio ni en todas las dimensiones. Tradicionalmente, el Estado ha ido conquistando soberanía sobre diversos intereses, asentados tanto en territorios (poderes, élites regionales y provinciales) como en dimensiones (militar, económica, cultural), y enfrentándose a grupos armados, poderes económicos, entre otros. Hasta acá hablamos de desafíos a la autoridad estatal desde poderes mínimamente constituidos que negocian márgenes de poder con los estados.

En América Latina enfrentamos modalidades de crimen organizado que han logrado controlar amplios territorios, disputándole al Estado el ejercicio de la autoridad, alrededor de nuevas y rentables actividades económicas. Tradicionalmente, el narcotráfico responde a este perfil. En nuestro país este desafío es grande, pero está confinado en ciertos espacios regionales y no genera una violencia excesiva, dado que ocupamos un papel marginal en la cadena del negocio. Colombia y México, por ejemplo, han tenido que pagar un alto costo por recuperar la autoridad frente a los carteles de las drogas.

Lo bueno es que, por ahora, estas modalidades delictivas no han podido construir órdenes alternativos capaces de suscitar el respaldo de la población. Por ello, el Estado tiene un buen punto de partida. La alianza con la sociedad es la clave.