Laura Amaya, Jefa de proyectos del Área de Estudios de Opinión del IEP, analiza las creencias y miedos de los peruanos frente al covid-19.
El Covid-19 es una situación sin precedentes en nuestro país. Es natural que haya despertado una serie de temores en los ciudadanos que, hasta hace un par de meses, no imaginaban ni en el sueño más extraño que estarían viviendo una pandemia que les cambiaría la vida, a algunos más que a otros. Resulta interesante que el principal temor esté vinculado al posible contagio de un familiar más que el de uno mismo y que, en menor medida, esté presente la preocupación de ser fuente de contagio para el resto. Aun así, 8 de cada 10 peruanos tiene miedo frente al Covid-19. Lo que antes se veía como un problema lejano, hoy es una realidad: hospitales desbordados, muertes en ascenso y una curva que parece no aplanarse con los días. Pero hay un enemigo que es ligeramente más temido que el propio virus: 51% afirma tenerle más miedo al hambre que al coronavirus. No sorprende que las personas que más temen por sus bolsillos estén en el interior del país, niveles socioeconómicos D/E, trabajadores independientes y, curiosamente, gente que está disconforme con la gestión del actual presidente. Hay un importante sector de la población al que le gustaría poder quedarse en su casa, pero ese es un lujo que no pueden darse quienes viven del día a día, quienes si no trabajan no comen. Es probable que todos vivamos la pandemia con algún nivel de ansiedad por la posibilidad de enfermarnos o de que se enfermen nuestros seres queridos, pero hay quienes no solo temen por sus vidas; sino porque en el corto plazo, la falta de dinero les gane la partida antes que un virus al que, por ahora, es preferible desafiar de cerca.