Lee la columna escrita por Roxana Barrantes, investigadora principal del IEP, para Jugo ► https://bit.ly/3MBbtUM
Desde el lunes 6 hasta mañana, jueves 9 de noviembre, se está llevando a cabo la vigésima edición del Seminario Permanente de Investigación Agraria, mejor conocido por el acrónimo SEPIA. ¿Qué es? ¿Cómo se forjó? ¿Cómo hemos logrado 40 años de continuidad, con reuniones académicas cada dos años? Eso les contamos en este jugo.
Pocos de quienes participaron de las primeras reuniones convocadas por Mariano Valderrama a finales de los años 70 y principios de los 80 para discutir acerca de las consecuencias del proceso de la Reforma Agraria en el Perú imaginaron que, con el tiempo, este grupo de investigadores e investigadoras agraristas iban a conformar lo que a todas luces es la principal experiencia de intercambio y debate académico en el país. El SEPIA, que formalmente inició sus reuniones bienales en la ciudad de Piura en 1985, está vivo y campante estos días en la sede de la Universidad Nacional Agraria La Molina.
A lo largo de estos casi 40 años, el SEPIA ha congregado a los principales y las principales investigadoras del mundo rural peruano, siempre intentando combinar diferentes aproximaciones disciplinarias, desde las ciencias sociales, la economía, las ciencias agronómicas, las ciencias ambientales y hasta el derecho. Ya no nos acompañan algunas de las figuras principales de esos primeros años, como Orlando Plaza, el propio Mariano Valderrama, Adolfo Figueroa, Carlos Iván Degregori, Bruno Revesz, entre otros grandes investigadores que han dejado un gran legado al conocimiento de la realidad agraria del país, pero las discusiones de origen sembraron una semilla que se ha seguido reproduciendo. A lo largo de las múltiples generaciones participantes del SEPIA, hemos sido capaces no solamente de sostener y mantener una asociación civil de participación individual durante cuatro décadas, sino que hemos producido un fenómeno académico en el país de alta calidad de manera continua y permanente.
En esta oportunidad, por primera vez en la historia del SEPIA la reunión se está llevando a cabo en la ciudad de Lima: los asociados y las asociadas de SEPIA consideraron que al ser la vigésima reunión bienal, ameritaba un evento con una mayor participación de actores a nivel nacional en la capital. A lo largo de los 40 años, las 19 reuniones bienales anteriores fueron realizadas en universidades nacionales fuera de la capital.
La reunión bienal del SEPIA tiene un formato definido: la colectividad elige tres temas que serán los ejes de la discusión. Ahora, los ejes temáticos se encuentran alrededor de lo que se conoce como el punto de inflexión en la Amazonía: hasta qué punto el shock climático terminará generando cambios irreversibles en los ecosistemas amazónicos. El segundo eje temático corresponde a las consecuencias del COVID-19 en el mundo rural peruano, no solamente desde la perspectiva de inseguridad alimentaria y pérdida de activos, sino también desde el punto de vista de cambios en la configuración demográfica, social y espacial, el papel de las políticas públicas y qué estrategias han implementado las familias campesinas en los diferentes espacios rurales del Perú. Finalmente, el tercer eje temático discute la problemática de la gobernanza y la gestión de los recursos hídricos, que es indudablemente uno de los grandes desafíos que enfrenta el país en un contexto agresivo de cambio climático y continuos eventos de El Niño.
Junto con los ejes temáticos, la comunidad académica del SEPIA siempre incluye, por lo menos, un tema de coyuntura. En esta oportunidad, la crisis social y política que vive el Perú cobró protagonismo y se dedicarán paneles para abordar la dinámica regional, rural y la respuesta de la población rural ante la crisis e inestabilidad política de fines del año 2022 e inicios del 2023.
Si se acercan a la Universidad Agraria La Molina hoy miércoles 8, o mañana jueves 9, van a tener oportunidad de participar de estas discusiones. Más de un centenar de investigadores nacionales e internacionales, consolidados y jóvenes, de varias disciplinas académicas, están congregados ya, conversando abiertamente no solo sobre los problemas, sino también, y principalmente, sobre las soluciones.