Lee la columna de Carolina Trivelli, investigadora principal del IEP, acerca de las herramientas financieras que los peruanos han utilizado en medio de la crisis generada por la Covid-19
Ante una emergencia los peruanos tenemos estrategias claras. En una encuesta global del 2017 (Findex) el 48% de peruanos dijo que podría conseguir fondos para enfrentar una emergencia, y que los obtendría consiguiendo un trabajo extra (40%), prestándose de familiares y amigos (22%) o de sus ahorros (20%).
Ante esta cuarentena, donde no es posible ir al mercado laboral para obtener recursos, las familias han recurrido primero a sus ahorros (75%). Pero estos no alcanzan, así que las familias han recurrido al crédito.
El crédito, básicamente de fuente informal, ha sido utilizado masivamente a través de dos mecanismos: dejando de pagar deudas, que en estricto es ampliar el plazo de un crédito vigente o generando un crédito de un proveedor (como el que se genera cuando se deja de pagar el agua o la luz), y obteniendo recursos adicionales de una fuente externa al hogar.
El 61% de encuestados en mayo señala que dejó de pagar algún servicio público y 34% dejó de pagar alquileres. Ambas opciones fueron más utilizadas por los estratos de menores recursos (más de 70% en lo rural y en el estrato D/E dejaron de pagar servicios). Un 32% refinanció una deuda previa y 49% simplemente dejó de pagar alguna deuda.
Pero también se obtuvieron nuevos créditos: 41% pidió prestado a familiares y amigos, 32% se fió en la bodega, 16% pidió fondos a un prestamista y 8% a una entidad financiera.
Hemos usado todas las herramientas financieras disponibles. Quedaremos desprotegidos, sin ahorros, y muy endeudados luego de esta cuarentena. Los efectos financieros de la crisis nos acompañarán un largo tiempo.