[COLUMNA] La incertidumbre como constante, por Patricia Zárate

Dentro de medio año habrá Elecciones Generales y aún no está claro por quién votarán los peruanos. La última encuesta del IEP muestra que, ante una pregunta de respuesta espontánea (sin tarjeta ni opciones), un 63% no menciona a ningún candidato, muchos aún no lo deciden, no lo han pensado o afirman que votarían en blanco o anularían su voto. La indecisión es mayor en el área rural (70%), en los sectores socioeconómicos D/E (68%) y en el oriente (69%); fuera de la capital alcanza un 65%. Al ser una pregunta abierta, algunos encuestados mencionan a políticos inhabilitados para postular en las elecciones de 2026 o incluso dan características deseadas en un candidato (que sea nuevo, de izquierda, de derecha, etc.). Si descontamos al 11% que alude a políticos inhabilitados, solo un 26% menciona a un candidato que podría postular en 2026.

Dentro de ese 26%, las dos principales menciones son Rafael López Aliaga (8.5%) y Keiko Fujimori (5.9%). Aunque los separan 2.6 puntos porcentuales, no existen diferencias estadísticamente significativas en sus porcentajes de intención de voto. En cambio, sí hay diferencias territoriales; en Lima Metropolitana, López Aliaga triplica el respaldo que obtiene en el resto del país; mientras que Keiko Fujimori no varía su apoyo entre Lima y fuera de la capital.

Una situación similar se observó en la encuesta del IEP de octubre de 2020: un 62% no elegía a nadie, el 12% a alguien que no podía postular (aunque no estuviera inhabilitado) y solo un 26% mencionaba alguna candidatura. Aunque la cifra de indecisión se reduce cuando se ofrece una lista de candidatos, el panorama actual confirma la ausencia de liderazgos claros y la debilidad de la identificación partidaria (un 9% en Perú, según el Barómetro de las Américas 2023). Todo indica que la intención de voto recién se definirá en las semanas previas al 12 de abril de 2026, como en las elecciones anteriores.