Hace menos de un mes el presidente Castillo cambió a varios ministros, entre ellos, al presidente del Consejo de Ministros Guido Bellido. Esos cambios no han incidido en una mejor en la aprobación presidencial. Más bien se observa una tendencia a la baja en su aprobación, aunque la disminución con respecto a septiembre no es estadísticamente significativa. Lo central, sin embargo, es que su aprobación ha disminuido en aquellos sectores donde tenía un mayor apoyo, en el sur, en el área rural y en los sectores económicos más bajos.
Diversos factores pueden estar presentes al momento de la opinión sobre la aprobación presidencial. Sin embargo, a tres meses de gobierno, la percepción de la situación económica y política parece cobrar más fuerza.
Quienes piensan que lo mejor del gobierno del presidente Castillo es que una persona humilde haya llegado a este cargo (21%), así como tener una nueva constitución (21%) aprueban la gestión del presidente, sin embargo, eso no es suficiente, las banderas de su campaña no se reflejan en percepción de la situación económica y política que tiene la ciudadanía.
Cuando se pregunta por lo peor de su gobierno salta a la vista la falta de liderazgo presidencial (36%) o la falta de capacidad de quienes están colocando en el gobierno (33%), ambas son características vinculadas a la política, específicamente al buen gobierno. Sin ellas, esa imagen del candidato que llegó a la presidencia quedan en el vacío, y generan pesimismo, ya no solo entre los inversores sino entre la propia población que este gobierno dijo poner como centro de su interés.