Lo que muestra la última encuesta del IEP es que la mayoría de peruanos (60%) justifica las protestas de diciembre, incluso en Lima la justificación es de 52% y llega a 72% en los jóvenes. Uno de los puntos en que Lima se diferencia más del resto del país es que es la zona donde se cree en mayor medida que los actores principales de la protesta son grupos vinculados con el terrorismo (38%) o con economías ilegales (13%), mientras que en el resto del país un 50% cree que los actores principales son ciudadanos espontáneos u organizados. Por otro lado, un 80% de quienes aprueban el intento de golpe de estado de Castillo justifica las protestas.
Sobre la actuación de las fuerzas del orden, la mayoría (58%) cree que hubo excesos, los jóvenes nuevamente son más enfáticos (70%). Pero la ciudadanía también es muy crítica con acciones como la toma de edificios públicos, aeropuertos o la agresión a las fuerzas del orden.
Aunque no cuenten con un apoyo mayoritario, el sur no está solo en sus protestas, la mitad del país se identifica con ellas, solo en Lima la identificación está por debajo de la mitad (37%) mientras que en el resto del país llega a 56%. Tanto el gobierno como el Congreso (9% de aprobación) parecen vivir de espaldas a esta realidad y al casi medio centenar de muertos. Y si bien muchas de las demandas pueden ser antidemocráticas y no se pueden atender totalmente, la convocatoria a elecciones para este año, como una medida que ayude a disminuir la tensión, se hace más urgente. Lo preocupante es que todo está en manos de un Congreso al que casi nadie respalda.