Lee la columna escrita por Carolina Trivelli, investigadora principal del IEP, en el diario El Comercio ► https://bit.ly/3wy5CdR
En tiempos de retrocesos y contrarreformas en materia de gestión pública, refresca encontrar casos en contrario, en los que se logra sacar adelante iniciativas que construyen, aportan y que implican un paso adelante en la tarea de llevar mejores servicios públicos a los ciudadanos y en la necesidad de mejorar la calidad del gasto público.
Hace unas pocas semanas se oficializó la creación del Organismo de Focalización e Información Social (OFIS) como un organismo técnico especializado. El OFIS generará y mantendrá actualizado un registro de información social que identifique a todos los hogares peruanos dependiendo de sus características y niveles de vulnerabilidad. La tarea es enorme, el OFIS tiene que registrar a cerca de 35 millones de personas (hoy solo se tiene registro de alrededor de 15 millones de personas).
Este nuevo organismo, adscrito al Midis, pero con independencia del sector, tiene características que contribuyen a lograr no solo una mejor focalización de los programas sociales, con más información, mejores verificaciones y con data actualizada, sino que además generará información para la mejor asignación del gasto público, para el cierre de brechas de infraestructura, la provisión de paquetes de servicios públicos y para tener una mejor visión territorial de dichos servicios.
El OFIS tendrá dos productos: el registro de información social y el registro nacional de usuarios, que se construyen a partir de un mecanismo de intercambio de información social entre entidades públicas y del levantamiento de información a partir de las Unidades Locales de Empadronamiento (ULE) de cada municipio. Además, el OFIS trabajará para asegurar que cada intervención pública focalizada aprobada por el Consejo interministerial de asuntos sociales cuente con un documento técnico definitivo que contenga el detalle sobre cómo cada intervención identifica, elige, afilia y desafilia a sus usuarios, lo que les añadirá transparencia y efectividad. El OFIS además fortalecerá con recursos y capacidades a las ULE.
El OFIS será responsable del Registro de información social, que combinará información administrativa, información autodeclarada por los ciudadanos e información recogida por las ULE. Este registro se construye sobre la base de lo que ya tenemos -el Padrón General de Hogares del Sisfoh y su clasificación socioeconómica, el registro nacional de hogares, datos administrativos, etc.- y se amplía en un único registro para todos los ciudadanos. Es un registro dinámico y en permanente actualización. Este le ofrecerá información -respetando la protección de los datos personales de los ciudadanos- a las entidades públicas para que asignen recursos, prioricen intervenciones y obras e identifiquen a sus usuarios. Los programas sociales serán usuarios de este registro, pero no serán los únicos.
Al ser un organismo técnico especializado, el OFIS contará con un Consejo Directivo donde además de personas nominadas por el Midis, participarán personas designadas por el MEF y la PCM, lo que facilitará la acción articulada. Será una organización ágil con control de sus procesos administrativos y con una relación directa con los ciudadanos y las ULE.
La creación del OFIS es un pequeño gran paso. El OFIS recoge las mejores experiencias de sistemas similares, trae una propuesta moderna gestión pública y focalización, y una clara orientación hacia el ciudadano. Es una entidad con independencia, pero a la vez con pesos y contrapesos para evitar abusos y discrecionalidades en la focalización, que traerá mayor transparencia a cómo se asignan y gastan los recursos públicos. Sin duda, es una buena noticia.
El OFIS tendrá dos productos: el registro de información social y el registro nacional de usuarios, que se construyen a partir de un mecanismo de intercambio de información social entre entidades públicas y del levantamiento de información a partir de las Unidades Locales de Empadronamiento (ULE) de cada municipio. Además, el OFIS trabajará para asegurar que cada intervención pública focalizada aprobada por el Consejo interministerial de asuntos sociales cuente con un documento técnico definitivo que contenga el detalle sobre cómo cada intervención identifica, elige, afilia y desafilia a sus usuarios, lo que les añadirá transparencia y efectividad. El OFIS además fortalecerá con recursos y capacidades a las ULE.
El OFIS será responsable del Registro de información social, que combinará información administrativa, información autodeclarada por los ciudadanos e información recogida por las ULE. Este registro se construye sobre la base de lo que ya tenemos -el Padrón General de Hogares del Sisfoh y su clasificación socioeconómica, el registro nacional de hogares, datos administrativos, etc.- y se amplía en un único registro para todos los ciudadanos. Es un registro dinámico y en permanente actualización. Este le ofrecerá información -respetando la protección de los datos personales de los ciudadanos- a las entidades públicas para que asignen recursos, prioricen intervenciones y obras e identifiquen a sus usuarios. Los programas sociales serán usuarios de este registro, pero no serán los únicos.
Al ser un organismo técnico especializado, el OFIS contará con un Consejo Directivo donde además de personas nominadas por el Midis, participarán personas designadas por el MEF y la PCM, lo que facilitará la acción articulada. Será una organización ágil con control de sus procesos administrativos y con una relación directa con los ciudadanos y las ULE.
La creación del OFIS es un pequeño gran paso. El OFIS recoge las mejores experiencias de sistemas similares, trae una propuesta moderna gestión pública y focalización, y una clara orientación hacia el ciudadano. Es una entidad con independencia, pero a la vez con pesos y contrapesos para evitar abusos y discrecionalidades en la focalización, que traerá mayor transparencia a cómo se asignan y gastan los recursos públicos. Sin duda, es una buena noticia.