Lee la columna «¿Qué pasará con el fujimorismo?» escrita por Martín Tanaka, investigador principal del IEP, para el Diario El Comercio ►https://bit.ly/3BDTZVr
Después del fallecimiento de Alberto Fujimori, vemos que su legado político perdurará de muchas maneras en el país, en valores como el pragmatismo y el eficientismo de corto plazo por encima de las normas, reglas, procedimientos y principios democráticos. Pero es pertinente preguntarnos por el posible destino del fujimorismo como movimiento político.
Sin embargo, no se puede negar que Keiko Fujimori y Fuerza Popularmantienen un núcleo político duro que hace que, según la encuesta de mayo del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), el fujimorismo aparezca encabezando las preferencias electorales, aunque con apenas el 4,6% de las menciones. Este pequeño núcleo duro aparece como una ventaja frente a un panorama de enorme dispersión.
¿Qué pasará hacia adelante? En realidad, no es posible predecirlo, porque dependerá de las decisiones que tome Keiko de cara al futuro. En los últimos años, Fuerza Popular parece haber perdido el norte, después de un crecimiento vertiginoso y problemas de cohesión expresados en el 2016, del enfrentamiento con el gobierno de Kuczynski, la prisión preventiva de Keiko, los juicios que enfrenta, la derrota expresada en la disolución del Congreso del 2019, las elecciones del 2020, el resurgimiento como gran candidata de la derecha en la segunda vuelta del 2021, pero también el costo que implica ser la bancada más grande del Congreso más desprestigiado de los últimos tiempos. ¿Intentará Keiko reivindicar la imagen de su padre o, como pareció en algún momento, refundará el movimiento y lo conducirá por otros caminos? Entre tanto, la competencia en el campo de la derecha es crecientemente intensa.