Ahora el foco de la discusión está en la reactivación de las actividades económicas. En una importante coincidencia, el aumento de encuestados que trabajaron en junio confirma la recuperación mostrada por las cifras agregadas de empleo. Junto con ello, hay una diferencia importante entre la percepción de lo que le pasa al país y lo que pasa a nivel familiar. Los datos confirman la necesidad de implementar políticas de sostenimiento para la población más vulnerable -segmentos socioeconómicos D y E, trabajadores independientes y jóvenes- en el más corto plazo posible. Ya se han anunciado varios de estos programas de empleo temporal para paliar la crisis y al mismo tiempo reactivar la demanda.
Los datos también nos muestran una realidad muy complicada para un grupo en especial: la juventud. El grupo de personas entre 18 y 24 suele estar en periodo de estudio o de inicio en el mercado laboral. Uno de cada cinco peruanos en este grupo se ha quedado sin trabajo. Un tercio de ellos está estudiando y tendremos que ver qué alternativas tendrán cuando culminen sus estudios o busquen prácticas. Las investigaciones sobre inserción de jóvenes en el mercado laboral muestran que el primer empleo y el primer salario son críticos para la trayectoria de ingresos de las personas. ¿Cuántos de estos jóvenes solo contarán con la opción del autoempleo de baja productividad? Es necesario hacer propuestas de política para atenderlos.