[COLUMNA] Vivir con miedo no es vivir, por Laura Amaya

 

Nos acercamos a los 80 días de cuarentena y el agotamiento se hace cada vez más evidente. No solo un 74% considera que este período de aislamiento social ha sido complicado por diferentes razones, siendo la falta de ingresos lo más difícil de sobrellevar para la mayoría; sino que además estas preocupaciones se viven en medio de un constante malestar por tantos días de inamovilidad: 7 de cada 10 peruanos afirman haberse sentido ansiosos o angustiados durante la cuarentena. ¿Quiénes la están pasando peor? Las mujeres, las personas de más de 40 años, trabajadores independientes y quienes se ubican en niveles socioeconómicos D/E. En psicología, hay un término conocido como “sesgo de invulnerabilidad” que en corto nos lleva pensar que nada malo nos va a pasar. De esta manera, adoptamos conductas temerarias y nos arriesgamos más de la cuenta cuando creemos que el peligro no es algo real. Y aunque veamos a diario a quienes exponen su vida al salir a las calles en plena pandemia, difícilmente pensemos que sea gente que se considere “invulnerable”. Lo más seguro es que estas personas estén experimentado una ansiedad igual o mayor a la que sentimos los que nos estamos quedando en casa. Hace un mes, 51% decía tenerle más miedo al hambre que al coronavirus. Hoy, solo 35% opina igual y un 60% le teme más al Covid-19. Y cómo no temer cuando todos los días se rompen récords de contagios. Cuando no hay indicios de que la situación esté controlada ni mucho menos señales de una pronta vuelta a la normalidad. Difícil situación la que nos está tocando vivir. Si antes la salud mental no era un tema prioritario en la agenda pública, está de más decir que es una de las áreas que más apoyo debe recibir en los próximos meses. Los rezagos de esta crisis ya nos están pasando la factura.

 

Revisa los resultados del informe aquí ► https://iep.org.pe/noticias/encuesta-de-opinion-mayo-2020/