En este mes se celebró un aniversario más de Lima, con una sensación muy agridulce para la mayoría de limeños. El 57% considera que la capital está peor que hace un año, un porcentaje mayor cree que la seguridad también ha empeorado. Vivir en Lima parece traducirse más en un sentimiento negativo (46%) que positivo (22%). El miedo (24%), la tristeza (15%) y la cólera (7%) son sentimientos que nos alejan del optimismo y de convertirnos en una “potencia mundial”. Son las mujeres quienes tienen una mayor sensación de miedo (35%), comprensible si tenemos en cuenta que el problema de la inseguridad no disminuye. Otro sentimiento es la incertidumbre (31% entre todos los limeños), que es mucho mayor entre los jóvenes (51%) y entre los niveles A/B (41%). La esperanza y la alegría (19 y 3%, respectivamente) son mayores entre los hombres (26%) y en los niveles socioeconómicos A/B (27%), en el sector D/E el 26% corresponde a la tristeza.
Un año más de desánimo, con autoridades nacionales con muy baja aprobación y con una falta de liderazgo o algún movimiento que nos saque esta sensación de aplatanamiento que nos da la capital en algunos días de verano.