[COLUMNA] «Volando sin retorno», por Laura Amaya

Según lo reportado por la Superintendencia Nacional de Migraciones, hasta junio de 2023, son más de 415 mil los peruanos que se fueron al extranjero y decidieron no regresar. Una tendencia que ha venido en aumento desde el 2021, intensificándose durante este último año. El otrora “milagro económico” y “país de las oportunidades” hoy sufre la pérdida de muchos de sus ciudadanos.

Esto se relaciona con los resultados obtenidos en la última encuesta del IEP, donde un importante 47% está considerando la posibilidad de irse a vivir o trabajar a otro país en los últimos tres años. Lo preocupante es que esta cifra ha crecido en 11 puntos con respecto a agosto de 2022, donde un 36% mostraba la intención de emigrar frente a un mayoritario 61% que no contemplaba irse del país como una opción viable.

Si miramos estos resultados por segmentos sociodemográficos, esta decisión de emigrar aumenta a 60% en el grupo de edad más joven (18 a 24 años) y se ubica en 51% en aquellos que oscilan entre los 25 a 39 años. Que 6 de cada 10 jóvenes estén pensando en irse del Perú no solo es perjudicial en tanto implica una fuga de talentos, sino que además dice mucho del clima social que envuelve a los peruanos: un panorama lleno de temores, desconfianza y probablemente hartazgo frente a todo los que se ha vivido en los últimos años. Es común escuchar que amigos o familiares se están yendo del país en búsqueda de un futuro mejor, uno que aquí no esperan encontrar.  Una decisión dura y muy triste, que refleja que, frente a tanta crisis, todo tiene un límite. Y muchos compatriotas, llegaron al suyo.