Diez ensayos para conocer mejor la historia de Ayacucho

El portal de noticias La Prensa.pe conversó con el historiador Roberto Ayala, compilador de los textos del libro Entre la región y la nación. Nuevas aproximaciones a la historia ayacuchana y peruana, editado por el IEP. La publicación resalta las particularidades historiográficas de Ayacucho, aunque sus enfoques trascienden los límites políticos de la región y logran una interacción fluida con el contexto nacional y global. A continuación reproducimos la entrevista.

ayacucho

Por José Miguel Silva (*)

Conversamos con el joven historiador Roberto Ayala, encargado de agrupar y presentar estos interesantes artículos que, si bien hablan básicamente sobre Ayacucho, logran trascender los límites políticos de la región.

Los autores de los textos son: Martha Cabrera Romero, Paulo Drinot, Jaymie Patricia Heilman, Julio César Heredia Pérez, Miguel La Serna, David Luyo Venegas, Cecilia Méndez Gastelumendi, José Ochatoma Paravicino, Nelson Pereyra Chávez, Miriam Salas Olivari y Abilio Vergara Figueroa.

Cuéntame un poco sobre el trabajo que hacen ustedes en el Centro de Estudios Históricos Regionales Andinos (CEHRA).
Nuestra preocupación es difundir y promover investigaciones en torno a la región de Ayacucho. A la vez también publicar textos, boletines y revistas como por ejemplo Wari. En todas priorizamos el caso de Ayacucho.

¿Quiénes integran el CEHRA?
Básicamente egresados, pero también hay estudiantes que tienen el interés de estudiar la zona. Además, algunos docentes, como es el caso de Nelson Pereyra.

¿Cómo fue posible publicar Entre la región y la nación?
La escasez (de investigaciones) que existe sobre Ayacucho, a pesar de que hay algunas, estas son mayormente publicadas en el extranjero y en idiomas ajenos al castellano. La idea de compilar este libro surgió porque quisimos dar a conocer (lo investigado) a un público no necesariamente académico- especializado.

¿Cómo fue el proceso de convocatoria de los autores para este libro?
Con muchos de ellos mantenemos contacto porque, muy aparte de promover investigaciones, en el CEHRA también organizamos eventos, cursos y seminarios. Entonces, a partir de ese contacto es que nosotros conocemos los temas que ellos vienen trabajando. Los invitamos y accedieron a la convocatoria.

¿Cuánto tiempo te tomó la compilación de los ensayos?
El proyecto inicial empezó casi desde el 2008. Por cuestiones financieras nos demoramos un poco, pero luego de resolver esto pudimos publicarlo junto al Instituto de Estudios Peruanos.

¿Aparte del CEHRA, qué otras instituciones dedicadas a la investigación hay en Ayacucho?
Recién están germinando algunos colectivos que buscan difundir investigaciones o promover publicaciones como, por ejemplo, la Asociación de Historiadores de Ayacucho. Ellos tienen un año pero están muy interesados en realizar algo parecido a lo que hacemos en el CEHRA.

¿Podría decirse que el nivel de organización del Ejército Wari era comparable con el nivel organizativo de los incas?
Estamos hablando de distintos contextos, en este caso del siglo VI al IX que era muy distinto. Bueno, el Ejército Wari tuvo una sutil penetración en todo lo que es la región Central Andina, a partir de la religión y utilizando la violencia para someter a varios otros grupos étnicos de esa época.

¿Concuerdas con la propuesta de uno de los ensayos en torno a la creación de una Mancomunidad Regional de los Andes entre Ayacucho, Huancavelica y Apurímac?
Es lo que propone Miriam Salas. (La idea) es que, históricamente, la región- ciudad de Huamanga ha tenido un vínculo histórico con Huancavelica y Andahuaylas. De cierta forma, si no es políticamente, económica y socialmente aún tenemos esos vínculos. Esto es algo que no pasa con el sur de Ayacucho, que está más vinculado a Ica y Arequipa.

Hablemos del siglo XVI. ¿Cuál era el mecanismo mediante el cual la élite hispana instalada en Huamanga mantenía su poder sobre los indígenas?
Ese es el ensayo de Nelson Pereyra. Él sostiene que dicha élite sentía ciertos temores frente a lo que podía ser un ataque inminente de las huestes de Manco Inca, que supuestamente estaban por Vilcabamba. A partir de estos temores sociales generados, según Nelson Pereyra, esto era más bien un invento para que esta elite hispana pueda consolidar su dominio en Huamanga durante dicho siglo.

¿Qué tan importante era para ti colocar en el libro un ensayo sobre la salubridad en Ayacucho durante el siglo XVIII?
Es una excelente investigación. Julio Heredia y Jenny Palomino investigaron cómo el concepto de ornato e higiene se vincula con los procesos de civilización y cultura que se manejaban en el siglo IXX. Me parece un tema con mucha vigencia.

Sobre el ensayo de Paulo Drinot. ¿En qué momento crees tú que un relato de viaje se convierte en una pieza histórica?
Tenemos muy pocos testimonios, entonces, todos los relatos posibles sobre el pasado son y serán importantes. Este ocurre con los casos de Harry Franck y de José de la Riva Agüero. El primero con un discurso más imperialista y el segundo con uno más nacionalista. Ahí hay un claro contraste.

El relato de Franck sorprende por su crudeza.
Así es. Además, es inédito.

¿Crees que aún persiste la visión de Harry Franck incluso en los propios peruanos?
Haciendo una comparación, incluso desde Lima se ve a las provincias con una visión muy centralista. Yo lo veo así, también supongo que desde fuera ocurre lo mismo.

¿Cuál de las dos piezas que muestra Drinot en su ensayo te parece más valioso?
Me parece que el de Riva Agüero. A partir de su visión, de su viaje, él se propone a inicios del Siglo XX recorrer todo el Perú. Muchos miembros de la elite limeña buscaban quizás mirar hacia afuera. Riva Agüero fue uno de los pocos que recorre parte de la sierra, parte del sur y a partir de ello construye su proyecto nacional.

El artículo de Miguel La Serna está basado en una gran investigación. Muchos desconocen qué ocurría en Chuschi antes del inicio de la época del terrorismo.
Según el artículo de Miguel, los campesinos chuschinos, a partir de sus litigios y conflictos con los hacendados – y también entre ellos -, van formándose en una conciencia política que después configura mucho de lo que va a suceder durante la época de la violencia que empieza, simbólicamente, en dicha localidad el 17 de mayo con la quema de ánforas electorales.

En el ensayo de Abilio Vergara, ¿qué representaban los pishtacos para los campesinos de Ayacucho?
Era el supuesto dominio que ejercía el Estado, aliado con los poderes extranjeros, para subordinar a las poblaciones rurales.

El nakaq es un personaje que permanece aún en el imaginario…
Claro. Muchas veces cuando un extranjero visita una zona rural es llamado pishtaco.

Supuestamente el pishtaco extrae grasa de las personas…
Es quien extrae la grasa de las personas para distintos fines. Eso es lo que las poblaciones rurales y urbanas también imaginaban, que eran seres demoniacos que extraían la grasa humana para fabricar, por ejemplo, campanas.

¿A qué público está dirigida Entre la región y la nación?
No necesariamente a un público académico, sino en general. Más aún en estos tiempos en los que la enseñanza de la historia no se promueve mucho, al menos desde el Estado. Este es un esfuerzo para que los jóvenes ayacuchanos conozcan su historia y qué es lo que sucedió en el pasado.

(*) Fuente y foto: La Prensa.pe