Lee la entrevista realizada a Martín Tanaka, investigador principal, por el canal de internet Mula TV. Lee la publicación original en el siguiente enlace ►https://bit.ly/3JQRopH
En una lógica extremista, los grupos políticos de derecha, como Fuerza Popular, Avanza País y Renovación Popular «están jugando de forma desleal con el sistema democrático», señaló, este miércoles, el politólogo Martín Tanaka en el programa ‘Al Filo’ de La Mula TV.
En entrevista con Javier Torres, Tanaka se refirió a la crisis que afecta al Congreso. Señaló que, desde el 2016, estamos viendo un deterioro muy rápido, pero que recientemente se ha agregado el hecho de tener discursos populistas.
«Ya teníamos partidos muy débiles, ya teníamos un Parlamento muy desprestigiado, pero esto como que se ha acelerado a partir del 2016 con el hecho de que los actores políticos están más abiertamente abrazando discursos y prácticas, digámoslo así, populistas, en una medida mucho mayor que en el pasado», dijo.
«Y, desde el Congreso 2020 y este Congreso, estamos mirando también eso, la acción cada vez más abierta de grupos de interés, que se enquistan en estas organizaciones políticas tan débiles. Y a esto se suma la polarización política. Entonces, uno tiene los problemas de Perú Libre en un lado más gobiernista, ya estamos hablando del clientelismo, de cómo el Estado se busca copar con personal poco calificado, muy cuestionado. En el otro extremo, tenemos bancadas como Fuerza Popular Avanza País Renovación, que, digamos, están en una lógica extremista de derecha, ya en el límite del funcionamiento democrático«, señaló Tanaka.
Para el politólogo de la PUCP, estos grupos políticos «tienen una conducta desleal con el sistema, ciertamente, desde el día en el que, sin pruebas, sin indicios razonables, empezaron a decir que había un fraude generalizado y llamaban a desconocer los resultados y a desconocer la legitimidad del presidente electo».
«Yo creo que están jugando de forma desleal con el sistema democrático. Y, en el centro, tenemos actores también muy pequeños y muy débiles. Acción Popular está profundamente dividido, tiene facciones que tiran hacia lados totalmente opuestos. Alianza Para el Progreso, que es una fuerza importante en el centro de este Parlamento, también tiene una presencia muy precaria, están muy divididos. Y luego otros grupos muy pequeños. Entonces, esa es la realidad, lamentablemente de nuestro Parlamento», señaló.
Juntos por la informalidad y contra los ‘caviares’
Sin embargo, para un conjunto de decisiones grupos aparentemente distintos por ideas políticas, en el Congreso terminan coincidiendo para votar por proyectos que atentan contra las reformas en el sector educación y transportes, por ejemplo. Al respecto, Tanaka señaló que un eje de conflicto tiene que ver con este eje izquierda-derecha, pero «hay otro eje que es el de los intereses particulares e informales que han llegado a la política y han llegado a todos los partidos».
«Estos intereses informales están en Fuerza Popular, como están en Alianza para el Progreso, Acción Popular y también están en Perú Libre. Estos intereses están asociados al mantenimiento del funcionamiento informal de la política y de la sociedad, por ponerlo en términos suaves. Porque también hay intereses vinculados a actividades ilegales. Entonces, coinciden en tener un enemigo común, que son todos los intentos por formalizar, por institucionalizar, por poner orden. Lo poco que avanzó el país en los últimos años en reformas judicial, en reforma política, en reforma del transporte, en reforma universitaria, es visto con rechazo por estos sectores», explicó Tanaka en Al Filo.
«En la discusión política, todo esto ha terminado traduciéndose en el odio a lo que llaman “caviar”. Esta agenda política que dice construyamos instituciones se identifica con un sector político y en eso coinciden Vladimir Cerrón, que ha sido muy explícito en algunas declaraciones, que coinciden con el fujimorismo en el odio hacia este sector que levanta banderas de institucionalización. Lamentablemente eso ya es muy explícito y muy fuerte en el Parlamento», agregó el politólogo.
¿Acuerdos imposibles?
«Hay una constante que es la dificultad para generar acuerdos. Dentro de eso, hasta el 2016, creo que los actores políticos tenían un mínimo de decoro, por así decirlo, y de respeto por ciertas prácticas institucionales. Seguramente, Alan García no le entusiasmaba para mucho o para nada la agenda de los derechos humanos, pero puesto a elegir, él toma la decisión de poner a Mario Vargas Llosa en la dirección del Lugar de la Memoria. Y Ollanta Humala también puede ser que algunas cosas no le gustaban, pero pone en la Presidencia del Consejo de Ministros a Jiménez», recordó Tanaka.
«Yo diría que, con esta entrada del discurso populista y con la radicalización política, tenemos que el extremismo de izquierda y el de derecha se han vuelto mucho más fuertes, mucho más vocales y reivindican una agenda abiertamente contraria a esta lógica institucional. Yo diría que ese es el gran cambio que ha ocurrido en los últimos años. Tienes a un López Aliaga que dice que los derechos humanos son tonterías, y tienes también a Guido Bellido, que no está muy lejos de ese tipo de discurso. Yo diría que eso es lo que ha cambiado. Estos sectores que antes eran muy minoritarios ahora tienen vocería y representación política importantes», agrega.
¿Hay peligro con estos extremismos?
«Eso es lo que vamos a ver en los próximos años. El riesgo existe. Estos sectores más extremistas están movilizados, tienen vocería, tienen capacidad de organización, tienen ambición, tienen poder, tienen recursos a través del financiamiento público de partidos, y, además, es algo que ocurre en toda la región».
«Es un movimiento regional, internacional, es parte de una ola mucho más grande, pero al mismo tiempo, los ciudadanos estamos preocupados por los problemas del día a día. Y, entonces, yo creo que un termómetro de qué es lo que va a pasar van a ser las próximas elecciones regionales y municipales. ¿Ganarán candidaturas con discursos más moderados, más centrados en programas, en acciones? ¿O prevalecerá el discurso ideológico y político? Esa es la gran pregunta».
La reforma política pendiente
«Inevitablemente uno tiene que jugar con las cartas que te tocaron y con las personas que están sentadas en la mesa. No hay forma de escapar de esa realidad. Probablemente Rosa Bartra no tenía mucho entusiasmo con la discusión sobre la reforma política, pero ese Parlamento terminó aprobando la paridad de alternancia de género, ese Parlamento terminó aprobando las elecciones primarias para seleccionar las candidaturas de los partidos. Claro, dijeron pospongámoslo para más adelante, pero se aprobó y, en gran medida, por la combinación de la presión de la opinión pública y el debate político, permitió que eso ocurriera».
«Luego, el Congreso anterior no tenía ningún entusiasmo en abordar el tema de la inmunidad parlamentaria, pero también, ante la presión pública terminó haciendo una reforma constitucional que modificó en un sentido positivo el funcionamiento de la inmunidad parlamentaria. Entonces, yo creo que esas son referencias. Este Parlamento puede tener muchos cuestionamientos, pero la presión de la opinión pública, la presión de los expertos, de los especialistas, es lo que nos debería permitir avanzar y si funcionó en el pasado, podría funcionar también ahora. Ojalá».