«Estado y ciudadanía: entre la desigualdad y la democracia», por Patricia Zárate

Como ha sido señalado a partir de resultados de la Encuesta Nacional de Percepción de Desigualdades (ENADES) y anteriormente en los informes del Barómetro de las Américas para Perú, las posiciones de los peruanos sobre al rol del Estado muestran una paradoja. Confluye una demanda por intervención estatal en sectores que proveen servicios, en la propiedad de las principales empresas e industrias del país y, sobre todo, su participación en la reducción de la desigualdad entre ricos y pobres; mientras que no se observa una ciudadanía que asuma la responsabilidad que este tipo de políticas estatales (mejorar servicios, por ejemplo) requiere, como es pagar impuestos. Además, los peruanos parecen moverse entre la informalidad y la seguridad de que su iniciativa privada, el “trabajo duro”, puede ayudarles a mejorar su situación y ser una persona rica.

La principal demanda es que el Estado implemente políticas firmes para reducir la desigualdad de ingresos (74 puntos de promedio en una escala de 0 a 100)[1]. En menor medida, pero con un promedio por encima de la mitad de la escala (57.7 en la escala de 0 a 100) se pide su intervención como dueño de las empresas e industrias más importantes del país. Ese énfasis en la acción estatal parece haber aumentado luego de una disminución en el año 2014. Una de las explicaciones puede darse en la crisis producto de la pandemia, que ha hecho volver la mirada al Estado tanto para los temas de salud como de educación.

   Fuente 2008 a 2019: Lapop Barómetro de las Américas / Fuente 2022: ENADES

Si bien hay un menor consenso en la intervención estatal como dueño de empresas e industrias más importantes es interesante observar que en ese caso hay diferencias por área de residencia: en el área rural hay un mayor acuerdo con esta idea; por edad, las personas mayores se muestran más reacias a la intervención del Estado en la economía y por ideología. Esta es una pregunta clásica en la que se ha podido diferenciar posiciones de izquierda y de derecha, las primeras más cercanas a la intervención estatal en la economía y las segundas algo más cercano a la iniciativa privada. Sin embargo, en este caso encontramos que si bien se mantiene la tendencia, en el grupo que se identifica como de derecha también hay un importante sector que también privilegia la intervención estatal[2], temas que aún están en discusión y en los que encuestas como ENADES tienen mucho que aportar.

Fuente: ENADES 2022

Y como dijimos inicialmente, si se pide que el Estado intervenga más deberíamos fortalecer esa capacidad. Los altos índices de informalidad nos muestran que el Estado flaquea por diversos frentes; la penetración de la economía ilegal en sus diversas modalidades también; el estado de derecho y la igualdad ante la ley y la justicia están en entredicho (83% de los encuestados cree que el acceso a la justicia es muy desigual). Sin embargo, ateniéndonos solo a los recursos con los que debe contar el Estado nuestra mirada se dirige al tema tributario. Ocho de cada diez encuestados creen que si todos cumplieran con sus deberes tributarios el Estado daría mejores servicios, lo cual puede ser parcialmente cierto. Esta opción no necesariamente toda en cuenta toda la profesionalización y mejora de capacidades del Estado en la gestión tanto a nivel central como subnacional así como los problemas de corrupción.  Pero más allá de esto, si se diera esta situación de una ciudadanía que paga impuestos, la mayoría prefiere que los recursos se dirijan al mejoramiento de la salud y la educación.

Fuente: ENADES 2022

Si bien se prioriza temas como la salud, la educación, siete de cada diez personas encuestadas afirman que la mayoría de peruanos trata de evadir el pago de los impuestos al Estado al que le reclama diversos servicios y mayor intervención.

Fuente: ENADES 2022

Como dijimos al inicio, la ENADES nos muestra un escenario complejo donde la demanda por una mayor presencia del Estado no se traduce en una agenda ciudadana respecto a la mejora de servicios concretos ni al fortalecimiento del sector público a través de la recaudación efectiva de impuestos[3]. Explicar este tema escapa de este artículo. Una de las salidas y que aparentemente ha sido funcional para buena parte de la ciudadanía es una actuación al margen de lo que podía ofrecer el Estado, y por lo mismo se puede entender que seis de cada diez personas encuestadas estén de acuerdo con la frase “En el Perú, una persona pobre que trabaja duro puede llegar a ser rica”.

Finalmente, como hemos señalado en diferentes espacios, la sostenibilidad de la democracia requiere una menor desigualdad y ello solo se consigue con un Estado más fuerte y capaz. Sin embargo, y eso escapa a los datos de la ENADES, la percepción de debilidad estatal se refuerza por la percepción de ineficiencia y corrupción y la baja confianza en sus instituciones y nos embarcamos en un círculo del cual es difícil salir. El Estado requiere de la ciudadanía para su fortalecimiento, pero ante la percepción y baja legitimidad del aparato estatal es difícil que la ciudadanía se involucre. El tema del papel del Estado es clave tanto para reducir la desigualdad como para mejorar la calidad de la democracia, y es un tema que debemos seguir discutiendo en el país y en América Latina.

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[1]    Desde el año 2008, el Barómetro de las Américas por LAPOP, ha incluido para Perú y otros países una serie de preguntas sobre el rol del Estado (ROS). Para la ENADES tomamos tres de las cinco preguntas que se aplicaron en el Barómetro, sin embargo, las medimos en una escala de 1 a 10 y no de 1 a 7, porque en el cuestionario había otras preguntas que medíamos en escala de 1 a 10 y no queríamos confundir a las personas encuestadas. Para comparar los resultados del Barómetro con los de ENADES, convertimos ambas preguntas a una escala de 0 a 100, para comparar los promedios.

[2]   Este tema lo estamos trabajando con Julio Carrión “Understanding Ideology and Cultural Values in Contemporary Peru” para una próxima conferencia, utilizando los datos del Barómetro de las Américas y de los informes de las encuestas de opinión del IEP así como de ENADES 2022.

[3]   Una ampliación de estas ideas se encuentra en un capítulo de Estado y ciudadanía en el informe del Barómetro de las Américas para Perú del año 2014.