Las autoras del estudio resaltan que este problema exige atender tanto indicadores de salud infantil como problemas sociales relacionados a sus causas. La presentación es este jueves 21 de julio, a las 10:00 a.m. en el Centro Cultural de la Universidad de San Cristóbal de Huamanga, en Ayacucho.
(Foto: El Comercio)
Este jueves 21 de julio, a las 10:00 a.m., se realizará la presentación de los resultados del estudio Los retos para enfrentar la desnutrición infantil: «saber y no poder». Un estudio de caso en Vilcas Huamán (Ayacucho), de Tamia Portugal y Carmen Yon, investigadoras delInstituto de Estudios Peruanos (IEP), y Rocío Vargas Machuca, consultora independiente. El evento se llevará a cabo en el Centro Cultural de la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga (UNSCH), en Ayacucho, y es parte de la Jornada de Cultura Viva: Conocimientos indígenas y políticas para la erradicación de la desnutrición infantil, organizada por CHIRAPAQ y el IEP.
La investigación muestra que las madres, quienes se encargan principalmente de la alimentación y salud de niños y niñas, conocen e intentan poner en práctica lo aprendido en los servicios de salud estatales y en las capacitaciones de las ONG para enfrentar la desnutrición crónica y la anemia. Sin embargo, esto no logra ser regular ni sostenible debido a una serie de factores, como la falta de acceso y disponibilidad de alimentos para lograr una diversidad alimentaria mínima, la sobrecarga de trabajo de las mujeres que dificulta el número de comidas y preparaciones recomendadas, así como la falta de agua segura y condiciones adecuadas de saneamiento.
A la vez, la mayoría de las mujeres manifestó tener poca confianza en los establecimientos de salud y en los suplementos nutricionales que les proveen. Las razones que refieren son haber recibido malos tratos (por ejemplo, se ríen cuando ellas no hablan castellano; las resondran y las gritan), falta de comunicación, demora en las atenciones, falta de medicinas y de personal que las atienda. Esto se agrava cuando las madres cuyas hijas o hijos tienen desnutrición,se ven expuestas al escrutinio público y son juzgadas ante otras mujeres o autoridades de la comunidad de acuerdo con el estado nutricional de sus menores, lo que genera competencias y temores entre ellas.
Es por ello que en el estudio, las investigadoras resaltan la urgencia de enfrentar la desnutrición crónica infantil no solo desde el sector salud, sino también desde otros sectores, debido a que un contexto de pobreza rural y discriminación cultural, este problema exige atender y monitorear con mayor atención tanto indicadores de salud infantil como otras variables sociales que se asocian a sus causas: niveles de pobreza, seguridad alimentaria, sistemas garantizados y sostenibles de agua y saneamiento, acceso a servicios de salud de calidad, así como reconocimiento de la cultura y la ciudadanía de las poblaciones quechuas en estos servicios y otros espacios.
Como parte del evento se contará también con la presentación de la propuesta de Seguridad y Soberanía Alimentaria de CHIRAPAQ, así como con testimonios de mujeres de Vilcas Huamán donde se realizó el estudio. Asimismo, se realizará una mesa discusión sobre políticas e iniciativas regionales para enfrentar intersectorialmente la desnutrición infantil con la presencia del gerente de Desarrollo Social del Gobierno Regional de Ayacucho, y representantes de la Dirección Regional Agraria y de la Dirección Regional de Salud. Comentarán Miguel Pintado, investigador de CEPES; Fredy Carrera, consultor en Nutrición y Desarrollo Infantil de UNICEF; Tania Pariona, activista indígena y congresista electa por Ayacucho; y una representante de la Dirección de Promoción y Protección de los Derechos de las Mujeres del MIMP.
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