El sector financiero peruano es exitoso y está en pleno desarrollo. Perú tiene una buena regulación financiera y nuestro regulador (SBS) ha sido premiado por su buen desempeño. Hemos sido reconocidos por sexto año consecutivo como el país con mejor entorno para el desarrollo microfinanciero. Todo esto gracias a una amplia y diversa gama de instituciones financieras formales (IFF) sólidas y a una apuesta sostenida de buena y efectiva regulación.
Los que usamos servicios financieros nos quejamos muchas veces del sistema. De los costos y comisiones, de los miles de requisitos que se nos pide o de las largas colas para usar los servicios. Pero, como clientes, debemos reconocer que estamos mejor, que tenemos más servicios, –ahorro, créditos de corto y largo plazo, inversiones y plataformas para realizar transacciones– y que las IFF están más cerca, tenemos más agencias, cajeros, corresponsales –agentes–, banca por internet y pronto, dinero electrónico. Tenemos como usuarios cada vez más y mejores instrumentos para manejar nuestras finanzas y para desarrollar nuestros proyectos. Tenemos a nuestra disposición, por ejemplo, créditos que nos permiten atender emergencias o para comprar activos –una casa–, ahorros a plazo para prepararnos para el futuro y medios de pago rápidos y seguros. Todos servicios útiles y pertinentes para distintas necesidades.
¿Se imagina usted cómo manejaría sus finanzas sin usar el sistema financiero? Esa es la situación de la mayor parte de nuestros compatriotas. Según el Global Findex (Banco Mundial, 2011) solo el 20.5% de los adultos peruanos tiene una cuenta de ahorros en una IFF. Esta cifra es bastante menor al promedio regional, donde el 39% de adultos latinoamericanos reporta tener una cuenta en una IFF, y mucho menor al promedio mundial (50.5% de adultos con cuenta). En el crédito estamos mejor, por encima del promedio regional y mundial, pero muy lejos de lo deseable, solo 13% de los adultos dijo tener un crédito de una IFF en el último año.
Nuestro extraordinario entorno financiero coexiste con la exclusión financiera de la mayor parte de ciudadanos. Desaprovecharemos las bondades de nuestro sistema financiero si no logramos que más peruanos y peruanas lo usen y limitaremos las opciones de desarrollo de aquellos excluidos financieramente. Ponernos de acuerdo en qué hacer para que la inclusión financiera avance más rápido y llegue a más es tarea impostergable para un país que quiere incluir y crecer.
Fuente: Perú21.pe