¿Cómo se constituyó la noción de ciudadanía en los inicios de la república peruana? Paolo Sosa, del portal NoticiasSER.pe, ha escrito una reseña de nuestra nueva publicación La ciudadanía corporativa: Política, constituciones y sufragio en el Perú (1821 – 1896), de la historiadora Alicia Del Águila. A continuación reproducimos el artículo completo.
La ciudadanía corporativa
Por Paolo Sosa
El Instituto de Estudios Peruanos ha publicado recientemente la tesis doctoral de la historiadora Alicia del Águila bajo el título “La ciudadanía corporativa: Política, constituciones y sufragio en el Perú (1821 – 1896)”. La investigación da cuenta de casi un siglo de marchas y contramarchas en la configuración y desarrollo de la ciudadanía en la naciente República. Un recorrido, marcado por las dificultades de la transición desde la institucionalidad colonial e inclinó el diseño republicano a ‘soluciones híbridas’ que, lejos de seguir una línea, reflejaron la trayectoria de una política marcada por la precariedad y la fragmentación.
Para del Águila, la respuesta a la persistencia de los caudillos y la ausencia de grupos políticos civiles en el Perú no puede explicarse por el simple “militarismo” de la cultura política. En contraposición, para la historiadora, vale la pena observar la construcción de la República frente a una sociedad anclada en un orden tradicional corporativo, además de política y territorialmente fragmentada. En ese sentido, se trata de una investigación formidable que prioriza un análisis que transita la longue durée, asistida por la sociología política, y da cuenta de un fenómeno, pero sobre todo de su trayectoria reflejada en documentos legales, constituciones y el diseño institucional.
Sin embargo, este trabajo no peca de ‘ingenuidad’, como se acusa usualmente a este tipo de aproximaciones, puesto que no asume que la ley escrita es realmente cumplida, sino que se ausculta estos documentos para comprender y analizar los conflictos políticos y las dificultades para establecer modelos nacionales ante la desarticulación social heredada de la colonia. En ese sentido, la proliferación de constituciones no solo es parte de la ‘política de los caudillos’ sino que es síntoma de una heterogeneidad de actores y la dispersión de sus élites políticas.
Por ello, para revisar a la ciudadanía corporativa habría que ver la propia historia de los derechos políticos, especialmente determinada por los límites de la población electoral. Los sistemas electorales no son, en ese sentido, diseñados como parte de proyectos políticos estructurados, sino que responden en buena cuenta a la situación anteriormente apuntada. Las restricciones al sufragio, que terminan por imponerse con la restricción de los analfabetos en 1896, son elocuentes con este argumento. Por ello, la investigación empata con proyectos como “Historia de las elecciones en el Perú” editado por Cristóbal Aljovín y Sinesio López, y termina dando más luces sobre cómo se delinea la famosa “herencia colonial”.
Este trabajo aporta a la discusión académica y política sobre la configuración de la ciudadanía peruana, la que ha convivido con corporaciones que funcionan con sus propias lógicas y sus propias instancias, como las comunidades indígenas, o instituciones tutelares como la Iglesia y el cuerpo militar. Un recorrido que ciertamente no puede darse por concluido, vale recordar que desde la eliminación de la restricción de voto a los analfabetos han transcurrido menos de cincuenta años. En fin, un libro que no solo debe ser leído, sino que esperemos llame la atención de los lectores para reflexionar cuánto ha avanzado nuestra institucionalidad política con miras al bicentenario.
Fuente: NoticiasSER.pe
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