Las mujeres rurales jóvenes de hoy son distintas a sus madres y abuelas, aunque en el imaginario social así lo parezcan. Incluso, cada vez se parecen más a las jóvenes urbanas. Diversas investigaciones en torno a la situación de este colectivo humano en la región fueron presentadas durante el seminario internacional “El Nuevo Perfil de las Mujeres Rurales en América Latina: una Oportunidad para las Políticas Públicas”, organizado por el programa Nuevas Trenzas del IEP, y las principales conclusiones han sido destacadas por el diario El Comercio en un informe publicado este domingo 23 de junio.
Para el caso del Perú, tras elaborar un análisis comparativo entre los censos nacionales realizados de 1961 al 2007, Chris Boyd, economista e investigadora de Nuevas Trenzas, explica que uno de los principales cambios que se ha dado en los últimos años es que “ha ocurrido una desruralización de mujeres jóvenes y el inicio de una desfeminización del campo, pues han migrado a zonas urbanas más que los varones”. Las mujeres rurales jóvenes del Perú son actualmente más de 1 millón, pero dada la desruralización del país este colectivo demográfico representaba sólo el 3,6% del total de los peruanos en 2007.
El motivo de la migración de las jóvenes rurales es la búsqueda de mejores oportunidades, especialmente en lo que a estudios se refiere. Actualmente, las jóvenes rurales tienen un mayor acceso a la educación y poseen un mayor uso de las tecnologías de la información y comunicación (TIC). Sin embargo, esto no ha logrado que las brechas de género y por área de residencia se acorten, pues los cambios han sido más rápidos para las mujeres urbanas jóvenes y los varones rurales jóvenes.
Asimismo, Boyd destaca que “las jóvenes cada vez tienen menos hijos y los tienen más tarde”, aunque esta tendencia no ha logrado aún revertir las altas tasas de embarazos adolescentes. También se debe considerar que las tasas de matrimonio y convivencia han bajado, lo que demuestra un cambio en los proyectos de vida de las mujeres rurales jóvenes, que ahora buscan trabajar y ser parte de la población económicamente activa. En el plano laboral, las jóvenes rurales se dedican cada vez menos a las ocupaciones agrícolas.
El dinamismo y las potencialidades que muestra este colectivo humano tanto en nuestro país como en otros de América Latina constituyen un reto y una oportunidad para que los Estados implementen políticas públicas eficaces que procuren su desarrollo..
►Descarga el informe completo de El Comercio aquí.
►Descarga el estudio de Chris Boyd: La transformación de las mujeres rurales jóvenes en el Perú. Análisis comparativo a partir de los censos nacionales (1961-2007)