(Foto: I.E. La Inmaculada, Iquitos)
¿Los problemas de la educación pública sólo son responsabilidad del Estado? ¿Puede la empresa privada, en alianza con el mundo académico, contribuir a mejorar la calidad educativa del país? La última edición de la revista PODER destaca los logos del programa “Leer es estar adelante”, iniciativa de la Fundación BBVA que diseña e implementa el IEP, para mejorar la comprensión lectora de los estudiantes de escuelas públicas en el país.
En el informe “Con énfasis en el aprendizaje”, la publicación hace un recuento de las campañas más exitosas financiadas por el sector privado en favor de la educación.
El programa “Leer es estar adelante” se creó en el 2006 con el propósito de elevar el nivel de compresión lectora de los alumnos entre tercero y sexto grado de primaria en colegios públicos de 8 regiones del país (Áncash, Arequipa, Ayacucho, Ica, La Libertad, Lima y el Callao, Loreto y Piura). Para llevar adelante esta iniciativa se han elaborado libros de contenido temático para cada región y guías pedagógicas para los maestros.
Papel clave del docente
Según Natalia González, investigadora principal del IEP y una de las coordinadoras del proyecto, el papel de los profesores ha sido determinante en esta tarea, de ahí que la campaña ponga énfasis en el desarrollo de sus habilidades de enseñanza de la lectura comprensiva y les brinde acompañamiento pedagógico en el aula que les permite mejorar su desempeño.
Nuestra investigadora también señala que «antes se pensaba que el aumento y la mejora de la infraestructura era lo más importante en la educación, pero en los últimos diez años se descubrió que ese era un mal camino. Así fue como se pasó a mejorar el desarrollo del docente». De hecho, es por eso que los programas más exitosos impulsados por el empresariado se enfocan en los profesores.
Hoy más niños comprenden lo que leen
A seis años de haberse iniciado su implementación, el éxito de “Leer es estar adelante” se ha visto reflejado en la mejora de los aprendizajes. El informe señala que en la primera etapa, llevada a cabo en 19 escuelas del 2008 al 2009, se encontró que el 42 % de los alumnos estaba por debajo del nivel básico de lectura. Sin embargo, tras un año y nueve meses de ejecución del programa, los estudiantes por debajo del nivel básico de lectura disminuyeron al 24% y los del cuarto nivel subieron a 4%. En este mismo periodo también se incrementó la cantidad de niños en los niveles intermedios.
En la segunda etapa, del 2011 al 2012, se trabajó en 927 escuelas y aunque los datos iniciales arrojaron que solo el 20% de alumnos entre segundo y cuarto año entendía lo que leía, al final del periodo se logró incrementar este porcentaje al 45% de niños.
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