LaRepublica.pe conversó con Mariel García, investigadora del IEP, quien dio su punto de vista sobre una muycriticada particularidad del último gobierno de Alan García, el promover un mandato lleno de «decretos leyes» ideados por ejecutivo, pero que en realidad deberían ser parte de una propuesta de otro poder del Estado, el Congreso. Esto se evidenció aún más en el «Baguazo».
¿Hay una tendencia de gobernar por “decretazo” en nuestro país”
En América Latina es una tendencia bastante marcada el gobernar a través de decretos, sin embargo solo hasta el 2008, ya se había dictado la misma cantidad de decretos que durante todo el gobierno de Alejandro Toledo. Fue un gobierno que usó aún más ese mecanismo
¿Cuál era la idea al gobernar de esta manera?
Creeer que hay un único mecanismo concreto para llegar al progreso, el modelo neoliberal. En ese tipo de discurso, lo que Alan trató de promover fue un modelo económico de ese tipo, con un discurso racista, con diferencias y ciudadanías diversas. En ese sentido, las medidas que promovió promovieron inversiones salteándose las trabas que podría promover el Congreso.
Como en el caso del TLC..
Claro, en ese momento se dictaron entre 99 y 102 decretos legislativos que tenían que ver con la política económica que llevaron a casos como el lamentable Baguazo. Se pretendió ir más allá de lo que buscaron con dichas facultades legislativas.
¿Pero usualmente estos decretos que el gobierno dicta no pueden ser frenados hasta que tengan una consecuencia como el Baguazo no?
Exacto, aunque a veces sí se pudieron frenar antes, como el 1097 que propuso Rafael Rey, que buscaba que los militares no paguen por crímenes de lesa humanidad. Los medios alertaron, se armó un malestar general y no prosperó. Con este tipo de cosas o con los transgénicos, son temas que generan más oposición.
Este gabinete no ha pedido facultades legislativas al Congreso, ¿es una buena señal entonces?
Me parece saludable para una democracia. Es algo que no ha ocurrido en los gobiernos pasados. Recién es el primer año, ya veremos qué ocurre en el futuro, pero por ahora sí te digo que me parece positivo.
¿En qué casos sí podría ser aceptable este traspaso de funciones?
Es que esto está normado por la Constitución. Existe el mecanismo estipulado, lo que pasa es que en el mundo actual las crisis sociales se trasladaron al ámbito económico. Cualquier tema con la economía se vuelve una excusa para generar un Estado de Excepción. No obstante, si hubiera alguna catástrofe natural o se enfrentara un peligro externo, sería momento para que el Congreso y el ejecutivo debatan esto, pero hoy no lo es.
Si se cree que el Congreso es lento e ineficiente, por eso el ejecutivo pide facultades legislativas, cómo se podría hacer para que haya una mejor coordinación entre ambas entidades para evitar los “decretazos”.
De plano puedo decir que no es tan complicado que se debatan ciertos temas. Veremos qué agendas son más fáciles de sacar y qué otras no. El caso de la Consulta Previa y su reciente aprobación es una señal. El gobierno pasado postergó su discusión por dos años y ahora se aprobó.
¿Qué busco el discurso del Perro del Hortelano?
El problema con esto es que no se trata solo de un discurso. Todo discurso tiene una contraparte de acción política. Esa fue la manera de preparar el espacio, el debate, para poder llevar a cabo ciertas medidas o reacciones de corte político, por parte del gobierno.
¿Cuál es tu balance entonces del accionar del gobierno anterior y su manera de manejarse en democracia?
Irónicamente, para ellos fue más importante un tipo de comunidades que otro. Eso no es tan democrático. La comunidad de empresarios importó más que la del resto de peruanos. Nadie hubiera podido estar más a la derecha que Alan García. Creo que ni Lourdes Flores hubiera podido estar tan a la derecha como lo estuvo Alan. El manejo del Estado fue bastante más discrecional y sin visión a largo plazo.
Y el tema de la corrupción…
Claro, el gobierno estuvo atravesado por la corrupción. Los Petroaudios, por ejemplo. Es algo que se destapó durante su gobierno, pero que al obviamente no existir una clara separación entre poderes, no iban a juzgar ese caso mientras Alan gobernaba, si él estaba implicado en ese caso.
Muchos dicen, bueno, fue un mejor gobierno que el anterior. Podría ser, porque no hubo inflación, pero taras como la corrupción estuvieron allí permanentemente.
Fuente: La República Online