Acaban de aparecer los resultados de las últimas encuestas del Latin American Public Opinion Project (LAPOP), proyecto coordinado por la Universidad de Vanderbilt, que ya va en su quinta edición, que comprende 26 países de las Américas y del Caribe, siendo la mejor fuente de información disponible sobre la cultura política de nuestros países. La edición local aparece bajo el título Cultura política de la democracia en Perú, 2012: hacia la igualdad de oportunidades (Julio Carrión, Patricia Zárate y Mitchell Seligson, Lima, Instituto de Estudios Peruanos, 2012).
Informes anteriores de LAPOP, así como los del Latinobarómetro, resaltaron que Perú es uno de los países con los más bajos niveles de apoyo a la democracia, al sistema político, y de confianza en las instituciones políticas, así como de confianza interpersonal. La novedad del informe de 2012 es que esos indicadores, aunque todavía bajos, muestran signos de recuperación, que parecen consecuencia del crecimiento económico, de la reducción de la pobreza y de la desigualdad ocurridas en los últimos años.
Llama la atención que Perú tenga los más altos niveles de percepción de inseguridad y de victimización de toda la región, y que Lima en particular sea percibida, junto con México D.F., como la ciudad más insegura. A diferencia de otros países, nuestra victimización pasa más por hurtos que por asaltos armados, pero igual esto hace que la violencia e inseguridad aparezcan como el principal problema del país, por encima de problemas económicos. Tenemos también los más altos niveles de participación en protestas: pero atención que en 2010 compartimos la punta con Haití, Argentina y los Estados Unidos, y en 2012 con Bolivia, Haití, Paraguay y Chile. Esta mezcla de países sugiere que las protestas solo son un problema cuando desbordan cauces institucionales y adquieren formas violentas.
Llama también la atención la persistencia de actitudes discriminadoras. LAPOP registra que en todos los países el color de la piel marca diferencias en la educación de los entrevistados; en Perú, tener la piel más clara implica dos años más de escolaridad que aquellos con piel más oscura. Bolivia y Guatemala aparecen como los países más discriminadores, y Perú integra un grupo medio junto a Brasil, México, Colombia, Ecuador y República Dominicana. De otro lado, si bien un 66% piensa que la pobreza es consecuencia de que las personas han sido tratadas de manera injusta, registramos con Guatemala, República Dominicana y Trinidad y Tobago los porcentajes más altos de quienes piensan que la pobreza es consecuencia de la cultura. Un 49.5% de nuestros encuestados piensa que los receptores de asistencia pública son “perezosos”, uno de los porcentajes más grandes de las Américas. Eso ayuda a entender el atraso del Perú en cuanto a la implementación de programas de transferencia condicionada de dinero, que cuenta con el menor número de beneficiarios de toda la región, después de Honduras.
Fuente: La República (2/12/2012)