- Responsabilidad y prudencia
- Demuestra que busca un cambio social y tiene un Gabinete equilibrado
- Genera confianza, pese a la polarización de la campaña electoral
Para el sociólogo Martín Tanaka, los primeros meses del Gobierno son positivos, al haber demostrado que busca un cambio social, pero con prudencia y responsabilidad. Afirma que el gran mérito de esta etapa es haber dado confianza, a contrapelo de la polarización que precedió a la elección. Frente a los recientes conflictos sociales, considera que gobernar para las posturas extremistas podría hacer inviable este período y que lo que pase con el proyecto Conga será emblemático. El experto resalta el respaldo de la gente al gobierno.
Usted ha dicho que el Presidente pasa la prueba de los 100 días, pero que aún es poco tiempo para ver grandes cambios.
Los 100 días se han ido en nombramientos y, en general, la gente dice que el Gobierno va bien, porque ha nombrado gente buena, que da confianza, es un Gabinete equilibrado, hay de todos los sectores, pero es como decir que el entrenador ha hecho una buena elección, pero todavía no jugamos. Uno ve los nombres, la alineación, pero ahora tienen que jugar. La prueba empieza ahora.
¿Cuáles son las buenas señales de esta primera etapa?
Hay que recordar que cuando Ollanta Humala gana las elecciones, había desconfianza. La elección fue reñida, muy polarizada y el gran mérito de estos primeros 100 días es la confianza, demostrar que este es un gobierno sensato, razonable, con gente bien calificada, que conoce sus temas, que quiere el cambio social y que va a tratar de ser fiel al discurso electoral, que el cambio se hará con responsabilidad, con prudencia. El haber logrado conciliar la demanda de cambio con la demanda de estabilidad es su gran mérito.
¿Ya empezó la inclusión social?
Es una combinación de cosas. Está el nuevo ministerio, que tiene los programas sociales y que debe jugar en pared con Salud, Educación, infraestructura vial, zonas rurales, con el Ministerio de Agricultura y la promoción de la pequeña empresa. Todo eso tiene que converger.
Vemos que se trata de un esfuerzo de gestión pública más que de un ministerio. Implica una reforma del Estado. Se han hecho anuncios de que se está trabajando en esa dirección, pero llevar eso a la práctica es difícil, tiene que interiorizarse dentro del funcionario público que debe atender a los ciudadanos por igual, que no puede discriminar a nadie ni privilegiar a los poderosos y que, por el contrario, tiene que privilegiar a los débiles. Se requiere un cambio mental, cultural, gigantesco.
¿Qué avances se registran en la reforma del Estado?
Hay dificultades en implementar cambios a nivel del funcionamiento estatal, pero se ha estado hablando del Estado itinerante, que llegue con servicios a la población más alejada y desatendida, pero eso tomará tiempo.
En una semana, estallaron diversos conflictos en el país, ¿qué pasó?
–Si uno compara la Unidad de Prevención de Conflictos de la PCM del gobierno anterior con la del actual, no encontrará grandes cambios. Puede ser que dentro del Gobierno se esté pensando en darle más presupuesto, pero es algo que ocurrirá el próximo año. Mientras tanto, se va a tener que seguir trabajando con el equipo chiquito, que funciona como apagaincendios. Este es un tema que tiene que asumirse desde más arriba, desde la PCM.
Se mira con malos ojos la minería, sin recordar que el PBI se asienta en sus aportes…
Hay una cartera de proyectos mineros enorme, que está relativamente paralizada, donde Conga es un proyecto muy emblemático. Allí se está jugando la credibilidad del Gobierno. Si no es capaz de resolverlo bien, toda esta cartera tan grande podría paralizarse, y al hacerlo, esta apuesta de que va a venir más inversión y así cobrar más, y con esa plata atender a los más pobres empieza a tambalear.
Ha dicho que es momento de definiciones, ¿a qué se refiere?
Creo que es muy urgente que (el Gobierno) piense en retomar la iniciativa política. En estas últimas semanas, los problemas han aparecido primero y ellos después han tratado de encontrar la solución, eso debe resolverse.
¿Cree que la mayoría de la población está contenta?
Hasta ahora, sí. Hasta ahora, le ha ido bastante bien.
Fuente: El Peruano