El pasado martes 18 de enero, el Instituto de Estudios Peruanos presentó la mesa verde titulada “El gobierno sitiado: la oposición de la derecha peruana a la presidencia de Pedro Castillo”. La mesa contó con la participación de Ariel Goldstein (UBA y CONICET – Argentina), María Isabel Remy (IEP) y Carlos Alberto Adrianzén (UNSAM Argentina); la moderación estuvo a cargo de Rodrigo Gil (IEP).
Desde el último contexto electoral, la derecha peruana ha ido adquiriendo mayores cuotas de poder y presencia en el ámbito político. El poder de la derecha se ha expresado en distintos mecanismos para sitiar al gobierno de Pedro Castillo. Y ello ha repercutido gravemente en la legitimidad de las instituciones democráticas de la nación. En ese sentido, la mesa verde tiene como objetivo reflexionar y analizar las estrategias desplegadas por la derecha peruana para establecer una agenda que responda a sus intereses y, por ende, destituir a Pedro Castillo.
El ponente Ariel Goldstein presentó su investigación en donde reflexiona cómo el desencanto político con el régimen democrático ha incentivado la radicalización de la derecha y priorizado soluciones autoritarias en la región sudamericana. En el caso peruano, indica Goldstein, el principal objetivo de la derecha se orienta a exacerbar la sensación de incertidumbre y riesgo político para condicionar las políticas de gobierno, de acuerdo a una agenda que responde a sus intereses de mercado. Así también, el ponente resaltó el surgimiento y auge de una serie de agrupaciones como “Con Mis Hijos No te Metas”, “La Resistencia” y otros grupos fujimoristas que están consolidando la imagen de una derecha movilizada desde las calles.
María Isabel Remy, por su parte, indicó que sería interesante comparar el comportamiento de la derecha ahora con lo que fue durante el gobierno de Vizcarra y los resultados electorales de la misma: “[La derecha] no termina de tener éxito. Perdieron por 40,000 votos pero de todos modos no logran consolidarse y ganar. Y yo creo que es esta incapacidad de construir un discurso que evoque legitimidad a incluirse en su modelo.”
En tanto, Carlos Adrianzen sostiene que el Perú nunca ha tenido partidos de derecha poderosos y estables en el tiempo: “ha habido intentos sistemáticos a lo largo del tiempo, sí, pero ninguno de esos intentos se ha estabilizado”. Agregó también que en el 2016 “el fujimorismo logró ordenar a los distintos pedazos de actores políticos y de sociedad civil de derecha detrás de ellos. Pero ahí la matrix falló, el fujimorismo perdió las elecciones y después dilapidó su capital político. Y la derecha regresa a su situación original que es de desorden.”
Los participantes coincidieron en que es preocupante que la derecha en el caso peruano tenga una radicalidad marcada y una mirada solipsista; que su discurso conserve una persistencia en el componente de exclusión social – que tiene mucho de étnica en el Perú – que revive en contextos polarizados. Así, con puntos irreconciliables entre izquierda y derecha, cada una ensimismada en su propio discurso, el paisaje político se torna sombrío y las posibilidades de tender puentes de diálogo son escasas.
Mira el vídeo de la mesa verde, realizada el 18 de enero, aquí ⬇️