¿Qué ocurre cuando los partidos políticos dejan de representar a la gente? ¿Qué pasa cuando, en lugar de un sistema político ordenado, lo que encontramos es caos, informalidad y desconfianza?
El libro “El laberinto político peruano: izquierdas, derechas y nuevas formas de representación en cinco regiones” propone responder a estas preguntas desde los territorios, mostrando cómo se hace política hoy en distintas partes del país: La Libertad, Junín, Loreto, Arequipa y Lima Metropolitana. A partir de estudios de campo y entrevistas, los autores retratan un país en el que los partidos tradicionales han perdido fuerza, y donde nuevos actores —alcaldes, movimientos sociales, colectivos juveniles o incluso figuras autoritarias— buscan llenar ese vacío.
Este ciclo de mesas nos invita a recorrer las diferentes caras del laberinto político peruano, explorando la fragmentación, el crimen organizado, pero también las iniciativas locales de participación que abren caminos hacia formas más inclusivas de democracia.
Conoce el programa completo aquí:
Mesa "La Libertad en su laberinto"
Investigadores: Rodrigo Gil y Trilce Escurra
Fecha: 28 de agosto
Hora: 11:00 a.m.
Lugar: IEP (Av. Horacio Urteaga 694, Jesús María)
La Libertad enfrenta un “laberinto” donde el crecimiento económico, concentrado en agroindustria y minería (legal e ilegal), coexiste con inseguridad, precarización laboral y desigualdad. El crimen organizado expande su control mientras el Estado responde con ineficiencia o complicidad, generando desconfianza. El tejido social está fragmentado: sindicatos y gremios actúan como un “archipiélago” sin liderazgos sólidos, limitados además por la informalidad. En política, tras el colapso aprista, APP de César Acuña dominó la región con clientelismo y redes universitarias, aunque hoy su hegemonía se debilita, permitiendo el ascenso de figuras populistas como Arturo Fernández, que capitalizan el descontento sin ofrecer proyectos integradores. La ausencia de una identidad regional fuerte y la desvinculación entre lo social y lo político impiden articular intereses comunes. Así, La Libertad se halla atrapada en un punto crítico sin una hoja de ruta que la conduzca hacia un desarrollo sostenible.
Mesa "Junín: representantes sin representados"
Investigadores: Dynnik Asencios y Omayra Peña Jimenez
Fecha: 18 de setiembre
Hora: 11:00 a.m.
Lugar: IEP (Av. Horacio Urteaga 694, Jesús María)
Junín muestra una crisis de representación donde la política es vista como medio de enriquecimiento personal, con ciudadanos cada vez más apáticos. A pesar de su historia de modernización (minería, ferrocarril, universidad), hoy predomina la fragmentación territorial y social. El extractivismo aporta 27% del PBI regional, pero solo genera 2% de empleo, mientras la informalidad laboral afecta al 83% de la población. La Oroya simboliza el deterioro productivo y ambiental, con fallos internacionales contra el Estado. El crecimiento urbano desordenado en Huancayo y Pichanaki genera pérdida de tierras, tráfico de terrenos y déficit de servicios. Movimientos regionales desplazaron a los partidos nacionales, pero replican corrupción y clientelismo. Perú Libre, surgido en Junín, alcanzó la presidencia con Castillo gracias a sindicatos, rondas y control territorial, aunque hoy enfrenta acusaciones y fracturas. La población demanda líderes honestos y eficaces, pero la fragmentación y corrupción perpetúan una política desconectada de la sociedad.
Mesa "Loreto: ¿después del petróleo qué?"
Investigadores: Raúl Asensio e Hilda Bonafon
Fecha: 23 de octubre
Hora: 11:00 a.m.
Lugar: IEP (Av. Horacio Urteaga 694, Jesús María)
Loreto atraviesa una crisis doble: el agotamiento del ciclo petrolero iniciado en 1973 y la multisistémica del país. “Nadie me representa” refleja la desafección ciudadana, pero también una sociedad activa y en transformación. Iquitos, aislada pero orgullosa de su identidad, fue golpeada por el colapso petrolero —que alimentó la política regional con el canon— y por la pandemia, que destruyó la confianza en las autoridades y aceleró el avance de economías ilegales. Hoy conviven visiones de futuro en pugna: un desarrollismo estatista que idealiza los setenta, otro empresarial que apuesta por capital privado, y propuestas sostenibles que buscan superar la dependencia del crudo. ONG e indígenas han ganado protagonismo, planteando incluso gobiernos autónomos, mientras sectores conservadores impulsan la defensa del petróleo y critican a ambientalistas. La sociedad política de periferias urbanas opera pragmáticamente entre legalidad e informalidad. Loreto vive un escenario fragmentado y volátil, sin claridad sobre quién liderará su porvenir.
Mesa "Arequipa: buscando representación política desde lo social"
Investigadores: Ramón Pajuelo Teves y Alex Cusiyunca
Fecha: 20 de noviembre
Hora: 11:00 a.m.
Lugar: IEP (Av. Horacio Urteaga 694, Jesús María)
Arequipa experimenta una crisis de representación tradicional junto con un nuevo proceso de politización desde lo social. Históricamente orgullosa de su autonomía, enfrenta transformaciones por migración y urbanización. Su economía diversificada combina gran minería, agroexportación y turismo, pero también minería informal y comercio precario. Las organizaciones clásicas, como la FDTA y los partidos nacionales, están en declive, al igual que los movimientos regionales que antes lideraron figuras como Guillén. Ante este vacío, surgen actores sociales vinculados a la subsistencia y al trabajo informal: la Plataforma Andrés Avelino Cáceres, conglomerado de mercados que encabezó protestas contra Boluarte; los mineros artesanales de Secocha, que lograron cambios legales y planean incidir electoralmente; y el Pueblo Joven Miguel Grau, con tradición organizativa, que participó activamente en las movilizaciones y busca convertirse en distrito. Arequipa encarna así un tránsito hacia formas más autónomas y sustantivas de democracia, aunque aún sin canales consolidados.
Mesa "Lima Metropolitana: una bisagra rota"
Investigadores: Paolo Sosa Villagarcia y Nina Vidal Acosta
Fecha: 4 de diciembre
Hora: 11:00 a.m.
Lugar: IEP (Av. Horacio Urteaga 694, Jesús María)
Lima, pese a su centralidad demográfica y política, atraviesa una grave crisis de representación: la tradicional “bisagra” que articulaba demandas locales y nacionales se ha roto. Aunque concentra un tercio del electorado, sus ciudadanos sienten postergación. Factores como la descentralización, el auge económico regional y las crisis políticas nacionales desde 2016 redujeron la capacidad limeña de articular agendas propias. La informalidad (62% de empleo), la inseguridad y la fragmentación han debilitado el tejido social, mientras predomina una ciudadanía que negocia pragmáticamente con el poder. Se intensifica también la polarización en torno a la “política moral”, con el avance de agendas conservadoras como Renovación Popular. La migración venezolana, inicialmente aceptada, devino en objeto de xenofobia y discurso securitario. Frente al vacío estatal, resurgen ollas comunes, comedores y juntas vecinales como actores legítimos, junto con think tanks de derecha que repolitizan la escena. Lima es hoy una capital sobrerrepresentada pero sin voz unificada, atrapada en su fragmentación.