En el marco del cineforo «Hugo Blanco: memoria histórica, identidad y justicia social», Servindi, realizó una reseña del libro «La revolución de los arrendires. Una historia personal de la reforma agraria» de Rolando Rojas ► https://bit.ly/2ZHAzcG
«La revolución de los arrendires»
La obra cuenta una historia particular de un proceso previo a la Reforma Agraria que se inicia a partir de los recuerdos de la familia Rojas y de otras familias campesinas involucradas en la muerte del hacendado Alberto Duque.
Alberto Duque era un claro ejemplo del perfil abusivo y expoliador de los hacendados de la época, que arrendaban tierras inhóspitas a los llamados «arrendires» a condición que las hagan productivas y además trabajen gratis las tierras del hacendado.
Los familiares de los arrendires también estaban obligados a servir sin pago en la hacienda del patrón donde eran víctimas de maltratos y violaciones.
Después de haber trabajado varios años en las tierras haciendo chacra el hacendado desalojaba a los arrendires sin pagarles por las mejoras o abonándoles precios injustos y arbitrarioso.
Si protestaban, los denunciaba por diversos motivos en un aparato judicial donde tenía todas las de ganar porque en este contexto el aparato judicial y la policía estaba al servicio de los hacendados.
«Cada desalojo a favor del hacendado significaba una transferencia del capital de los arrendires a su patrón». Ambiciosos de lucro, los hacendados usaban su poder para ganar los juicios de desahucio en condiciones ventajosas.
El sistema gamonalista se expresaba en que la vida de los arrendires estaba enfeudada al hacendado, que no reconocía ni respetaba derechos e incluso destruía cualquier intento de crear alguna escuela.
El caso Duque
El asesinato de Alberto Duque en 1956 por cuatro campesinos fue reivindicado como un «ajusticiamiento» que significó «el punto de ebullición de los conflictos irresueltos entre hacendados y campesinos» escribe Rojas.
«Este no fue un crimen común –señala José Tamayo Herrera– sino un estallido de la tensión acumulada». La sentencia del juicio del caso Duque llama a enfrentar las «verdaderas causas» sociales y políticas detrás de la muerte del hacendado.
La revolución de los arrendires anticipa un proceso ligado al surgimiento de las protestas campesinas, el sindicalismo agrario y la necesidad de reestructurar la gran propiedad de la tierra, eliminar la servidumbre y el gamonalismo.
«Si uno no conociera la historia previa de La Convención, nada haría pensar que la sociedad mestiza, pujante y capitalista que es hoy fue en una época tierra de hacendados y campesinos oprimidos», observa Rolando Rojas.
Aparición de Hugo Blanco
En este escenario se inserta Hugo Blanco, quien se «campesiniza» y mimetiza con el movimiento que impulsa la toma de tierras en el valle de La Convención en un proceso surgido «desde abajo» y distinto a otras reformas agrarias.
“si los sindicatos [campesinos] arrinconaron a la clase terrateniente de La Convención, la reforma velasquista acabó con los pocos hacendados sobrevivientes” puntualiza Rojas en su libro.
En el proceso de la lucha por la tierra se formaron las brigadas de autodefensa para responder a la represión policial al servicio del gamonalismo y que al igual que los hacendados, tenía desprecio por la vida de los campesinos.
«Blanco sostenía que las milicias campesinas eran diferentes a las guerrillas (…) ya que emanaban de las asambleas sindicales genuinas y respondían a las necesidades concretas de la lucha por la tierra» observa Rojas.
«Las tomas de tierras fueron el punto más alto del desarrollo del movimiento campesino en La Convención, pero también marcaron el limite de su evolución» concluye el autor a quien podemos escuchar en el cine foro del sábado 11 de julio al final de la proyección del documental.