Rodrigo Barrenechea: El gobierno como campo de batalla

barrenecheaEn general, las elecciones pueden ser vistas como combates rituales, donde se resuelven temporalmente los conflictos latentes en una sociedad y se llega a una suerte de equilibrio a través de la constitución de un gobierno por cinco años. Sin embargo, aunque con diferencias, esta misma analogía puede utilizarse para analizar la dinámica de un gobierno. Normalmente, las distintas tendencias dentro de un gobierno pugnan por ganar espacios dentro de este, tratando de alcanzar la mayor capacidad de influencia posible y así lograr definir la orientación general del mismo.

En la columna del mes de julio señalamos que, en el camino a convertirse en el “mal menor”, Humala había optado en segunda vuelta por adaptar su oferta a las demandas diversas del electorado(1). La moderación de su discurso y la convocatoria a nuevos rostros fue lo que marcó esta estrategia, añadiendo aun mayor complejidad a una coalición (Gana Perú) que de por sí no tenía un perfil político ni una propuesta programática totalmente definidas. ¿Qué consecuencias tiene ello para la “batalla” que se librará en el gobierno?

La composición del gabinete y los primeros nombramientos han sido una primera señal de la forma en que las tensiones electorales se han transferido a posiciones de gobierno. Ortodoxos se hacen cargo del manejo de la economía, como sucede con el Ministerio de Economía y Finanzas y el Banco Central de Reserva. En otros sectores, se combinan técnicos de centro izquierda con independientes que se encuentran en el gabinete en virtud de su acercamiento programático a Gana Perú durante la segunda vuelta (como sucede con el ministro Carlos Herrera Descalzi) o por su cercanía personal al Presidente de la República (como es el caso de Carlos Paredes). Si como regla general existe diversidad de intereses al interior de un gobierno, en el caso del actual esta tendencia parece haberse exacerbado como resultado de las tensiones electorales que le dieron origen.

Sin embargo, esta disputa todavía no ha llegado a su fase final, pues vice ministerios y cargos de confianza vienen siendo ocupados por los distintos sectores que en el gobierno buscan ganar influencia, persiguiendo objetivos diversos. Cada ministro y funcionario trata de nombrar a personas de su confianza y cercanos a sus objetivos a modo de contar con operadores leales, pero también para restarle posiciones a sus adversarios dentro del gobierno.

En este contexto, y ante la aparente falta de liderazgo al interior del Ejecutivo, no se ha llegado todavía a una posición de equilibrio. La última directiva emitida por la Presidencia del Consejo de Ministros, prohibiendo a los miembros del gabinete opinar sobre temas que no competen directamente a sus respectivas carteras, antes que una medida autoritaria parece una medida desesperada, ante la constatación de que es imposible encontrar un discurso común entre los ministros y que sus declaraciones públicas pueden terminar exhibiendo las contradicciones internas todavía irresueltas. Probablemente, como en toda batalla, los sectores perdedores terminarán arrinconados, y eventualmente abandonarán el gobierno en el primer cambio de gabinete.

¿Cómo se ha posicionado Humala en esta situación? Aparentemente, el Presidente de la República es a quien menos confianza le inspiran los actores de esta batalla, y ha optado por rodearse de personajes de su entera confianza, pero que como bien ha señalado Juan Carlos Tafur, se asemejan más a la figura de guardaespaldas que de operadores políticos(2). El nuevo consejero presidencial en asuntos jurídicos, Roy Gates, fue el abogado defensor de Humala en el caso Madre Mía, mientras que ex militares o militares en actividad cercanos al Presidente vienen ocupando puestos clave, incluida la Dirección Nacional de Inteligencia. Así, en medio de esta batalla, Humala parece encontrarse a la defensiva, preocupado por protegerse de las iniciativas de sus adversarios internos y externos.

En los próximos meses seremos testigos de qué sectores logran cobrar mayor influencia y quienes resultan definitivamente eliminados en esta batalla por el gobierno. Sabremos, finalmente, quienes nos gobernarán.
Notas:

1) Ver la columna “Nosotros cambiamos menos”, disponible en

http://www.noticiasser.pe/30/06/2011/espacio-libre/%E2%80%9Cnosotros-cambiamos-menos%E2%80%9D

2) http://diario16.pe/columnista/1/juan-carlos-tafur/1037/humala-necesita-operadores-no-guardaespaldas