Martín Tanaka, analista político y director del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), advirtió sobre las razones detrás del proyecto presentado por Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, para que el Estado monitoree los aportes que reciben las ONGs.
Tanaka señaló que esta medida responde a una peligrosa actitud de algunos sectores del gobierno, que pretenden utilizar a las ONGs como “chivo expiatorio” de los problemas que no puede solucionar.
“Creo que las ONGs deben reconocer que muchas de ellas tienen problemas y que deben ponerse en vereda. Pero no debemos permitir que el Gobierno utilice la crítica a las ONGs como la búsqueda de un chivo expiatorio para los problemas que no puede solucionar, alegando que detrás de ellos hay una ONG manipulando a la población y conspirando contra el Gobierno. Este recurso fácil le permite evitar los problemas de fondo”, expresó.
Sobre el proyecto, Tanaka señaló que contiene puntos preocupantes, pues pondría trabas a la labor de estos organismos no gubernamentales.
“Las ONGs colaboran con el desarrollo. Hacen convenios privados con donantes nacionales y extranjeros y rinden cuentas ante esos donantes si están realizando su tarea correctamente. De eso debe informarse al Estado. Una cosa muy diferente es que el Estado intervenga para decir si lo que se está siendo está mal o si la orientación de sus labores debe ser diferente. Esto se presta a control, a malos manejos, a censura, si las ONGs hacen cosas que no simpatizan con el Gobierno”, puntualizó.
Sobre las deficiencias que tienen las ONGs, Tanaka expresó que son reales, pero que en el caso de las ONGs mejor constituidas, no resultan insalvables.
“Estoy seguro que las ONGs con más trayectoria son transparentes para las regulaciones que busquen una mejor comunicación y coordinación con el Estado. Auque también hay ONGs con problemas, pero son sobre todo las pequeñas o más recientemente fundadas”, precisó.
Sin embargo, dijo, el proyecto está dirigido contra las ONGs importantes y bien constituidas, que pueden, con su trabajo, incomodar a las autoridades gubernamentales, sobre todo aquellas ONGs que se dedican a defender los Derechos Humanos, que se dedican a proponer reformas del sector Justicia, o aquellas destinadas a fiscalizar a los organismos estatales.
“Las ONGs son instancias independientes que resultan incómodas para el gobierno porque, con sus proyectos, cuestionan a las autoridades. Por ello, algunos sectores del gobierno, con el pretexto de controlar su funcionamiento, tienen la tentación de limitar las actividades que realizan”, insistió.
Tanaka resaltó la importancia de las estos organismos como instancias alternativas a las directivas gubernamentales, comparando su labor con la de los medios de comunicación.
“Las ONGs surgen en un contexto en el cual la cooperación internacional considera que el desarrollo debe correr por dos vías: el Estado, y organizaciones independientes que complementen su labor. Son necesarias instituciones que no tengan interferencia estatal para que puedan pensar con cabeza propia, para no convertirnos en una dictadura estatal, para tener distintos aportes que provengan de distintos puntos de vista”, apuntó.
Por ello, afirmó, controlar su funcionamiento constituiría una limitación de las libertades democráticas: “finalmente, de lo que hablamos es de defender el espacio de libertad que tiene la sociedad civil para hacer sugerencias, críticas y señalamientos contra la acción del Estado”.
Finalmente, expresó su confianza en que “dentro del gobierno prime la sensatez y este proyecto no sea aprobado”.
Fuente: Ventana Indiscreta