[COLUMNA] La diversidad y sus retos, por Hernán Chaparro

La primera sensación que queda al ver la encuesta es la de los retos que tenemos por delante para constituirnos como nación.  Nuestra diversidad, heterogeneidad dirán algunos, marca paradojalmente nuestra identidad. Para unos es nuestra riqueza, para otros una gran dificultad casi insalvable.  No hay acuerdo.

Preguntamos si la gente se siente vinculada a una tradición más hispana, indígena, mestiza o una mezcla mucho más compleja.  Como se aprecia, no hay una respuesta que destaque con fuerza.  Es cierto que un tercio menciona una mezcla ancha y poco ajena de etnias y culturas que va más allá de la tradicional forma de ver el mestizaje, pero vemos que son varios los modos en que nos imaginamos.

Tenemos una doble diversidad: la real, que está organizada alrededor de múltiples elementos; y la simbólica, porque incluso para representarnos no nos miramos de la misma manera.  Una revisión de las diferencias por región geográfica da una mejor idea de cómo estas ideas que se articulan con diversos sentidos. Somos una nación en proceso de construir referentes comunes.

El deporte y la gastronomía se mencionan como elementos que nos articulan. Matizan el lugar común de hacer referencia a nuestra historia y cultura. Ambos son aspectos que, si bien se puede rastrear en nuestra historia, tienen una revalorización e impacto reciente.  Gastón Acurio y Guerrero son una suerte de héroes contemporáneos de nuestra peruanidad.  Un colectivo en proceso donde pocos ubican la fecha del bicentenario.  Será por eso que más que celebrarlo, como dice la mayoría, mejor que sea un momento para reflexionar sobre nuestros problemas y posibilidades.

REVISA EL INFORME ESPECIAL «PERUANIDAD Y BICENTENARIO«.