Hasta hace no mucho, las encuestas mostraban un alto porcentaje de jóvenes desafectos a la política. Esto resultaba preocupante frente a la necesidad de cambiar la percepción negativa y errada de la política. De cara a la debilidad de las instituciones y el agotamiento de ideas entre los políticos, los tradicionales y los no tanto también, la mirada en los jóvenes se presentaba como la única salida a nuestra precariedad política.
Esto empezó a cambiar, y aunque hay algunos antecedentes con la ley «Pulpín» y luchas reivindicativas de derechos, la actual crisis ha roto con la maldición de la desafección. «Te metiste con la generación equivocada» es la carta de presentación de este nuevo grupo de jóvenes que demuestra que ejercer una ciudadanía que coloca temas en la agenda pública es posible y que la desafección a la política es a ese tipo de política impregnada de siglo XX.
Abrí una cuenta de TikTok después que me contarán que había una movida en ese espacio virtual. Luego de bucear en un mar de coreografías con músicas pegajosas, entre recomendaciones sexistas de parejas, a la vez que reafirmaciones positivas de identidades sexuales y de aprender qué significa tóxica o crush, encontré un espacio político virtual impresionantemente activo.
Una voz surge desde un primerísimo primer plano con un mensaje político corto, sin retóricas y directo. Hablando con la seguridad que da la libertad o cantando unos versos en compases simplísimos, la idea política se expresa y se multiplica; aparecen los «likes» como nueva forma de consenso y la idea de incidir en la vida política se convierte espontáneamente en coordinaciones, intercambios, convocatorias a marchas, más mensajes, más carteles, más rap.
Estos son unos nuevos espacios de acción política desprovistos de convenciones y movidos por intereses genuinos a los que debemos estar atentos. La juventud está de vuelta en la política.